Solo el silencio de tu voz me acompaña
navega por los senderos vacíos del ruido
el aire juega con las pequeñas floren
que se agolpan en huecos, al costado del camino.
La caída del agua, la hermosa cascada
esa que amabas en tu juventud al despliegue de tus alas
cuando eras solo tú, yo y el tiempo
cuando anidabas entre mis hojas
atrapando los insectos de mis ramas
ya no existe y te extraño tanto como al agua
en esta selva de cemento.
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