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martes, 31 de marzo de 2015

Un beso...

Ainathin

Solo un beso que saciará el hambre
de tu boca esquiva, de tu perfil ausente
solo un beso que me sabría a millares
vaciando la ausencia de ecos fantasmales.
Ese solo beso que anunciará mi muerte,
noche agónica desde las soledades impías
solo un beso que matará esta suerte
marcando el sabor de tu boca en la mía.

UN HOMBRE DE MAR

Ainathin
Por las tardes lo veía derritiendo la plomada, engarzando los anzuelos, preparando la carnada, traía el sol tallado en la piel, sus manos reflejaban las estrías de la dura labor y la sal emblanquecía su cabello…Es que era hombre de mar mi Padre.
Alzaba los ojos al cielo y nos decía como estaría el viento, o si se acercaban lluvias, más de alguna vez vi a alguno sonreír, cuando en día despejado mi padre decía vienen lluvias y más tarde la sorpresa cuando de golpe el tiempo cambiaba, cargaba el destino del clima en sus ojos.
Tantas veces le escuche contando historias donde la exageración transformaba sus vivencias en cuentos que nos alegraban, cuando narraba sus proezas en la mar, más de alguna ves nos contó que conversaba con los delfines cuando pasado de copas llegaba, es que mi Padre era hombre de mar.
Lo vi quebrarse cuando el mar le robo alguna vida de sus compañeros cantando el tema de Leonardo Fabio “Es un amigo que se va y que nunca, nunca más regresará, nunca, nunca más…”, como niña no comprendí la dura tarea del hombre de mar, pero recuerdo que me impactaban las heridas de sus manos, como el nylon de pescar dejaba duras huellas en ellas, surcos sangrantes que mi madre curaba con extrañas cremas, es que era hombre de mar mi Padre
Y se fue un día sin avisarnos, camino por las calles de Villa Alemana y dejo su último suspiro en una de ellas desplomándose en la tierra. Seguramente aquella noche la mar lo lloró con fuerzas, porque un hombre de mal no debe morir en tierra debe recibir su abrazo cálido para que ella entone sus cantos con alegría, mientras acuna su ultimo suspiro… es que un hombre de mar no puede morir en tierra.
Es que era hombre de mar mi padre y su barca se detuvo en la tierra fértil de mi pueblo sin dejar que el mar arrullara su último sueño, sin que la mar depositara el beso de sus aguas en su frente… es que un hombre de mar no puede morir en tierra.