Translate

jueves, 15 de diciembre de 2011

Te dejo mi canto

Hoy tome tempranamente un racimo de brisa matutina
para depositarlos en tus manos
le robe un rayo al sol para dejar en tu ventana
caprichosa la luna me hizo correr tras ella
para alcanzar ese brillo plateado
y rociarlo en tu jardín,
pero por más que busco
el jardín celeste no he encontrado.
Seguí a hurtadillas al Ángel de los misterios
para ubicar una canción nueva
que regalarle a mi hermano
a este hermano con mil rostros
para sembrar una nueva esperanza
la que selle las guerras
que confine las penas
algo distinto, quizás casi un sueño
quizás …
pero me quede con el verso a medio camino
como decirle al destino
que quiero trocarlo
por vías de luces que nutran sonrisas
que leguen a un tiempo
amaneceres nuevos
donde mis hermanos vuelvan a soñar
pero solo quedan mis manos
solo queda mi pecho
con una canción que no se terminar
solo queda mi beso, solo queda esta herida
un deseo inimaginable para regalar.
Lego testamento de días más bellos,
un nuevo canto que tú has de germinar.

Latinoamerica

Lejos por donde las olas rebotan
en las profundidades del sentir, en los confines
donde el viento juega su ritual
y las nubes mezclan sus universos pequeños.
Allá donde la primavera crea gorriones
con vuelos de mariposas entre dulces flores,
en ese espacio creado por antiguos dioses,
nace la fuente creadora de mi universo,
de una musa que se duerme con el canto,
del ruedo, del vagar del río,
que cae por las montañas de mi Latinoamérica
donde aún el paso de la tierra corona el campo
verde de la tarde virgen en un bosque antiguo,
Donde la Nutria nada libre
y el canto de las aves torna música
para mi pecho cansado de vagar entre sombras
de ancestros que rugen el sentir al día.
En el oleaje que azota las costas
en el prodigio del llanto de un nuevo niño
de esta vida descubierta entre algodones
arrojados por las flamas de los volcanes
del ensueño único de una tierra virgen
de una tierra de seres prodigiosos
que cantan a la luna y bailan bajo la lluvia
de un amanecer continuo en mi sangre
en la sangre del heredero final
de mi canto, de mis risas, de mis llantos.
Aquí me quedo entre las hojas,
entre cañas de azúcar y bambúes
regalando vida desde las manos alfareras
que construyeron desde la tierra
el principio de un verbo,
que yace y vive imponente por siempre,
que sigue en magnifica omnipotencia
de sus cielos aun celestes.
Donde el pan se recoge desde el sudor
de sus manos agrietadas en el olor del cafetal,
de la mazorca que nos entrega vida
cual espiga de trigo molida entre dos piedras
así, nace y vive la vida del que fue
del que será parte de toda raíz
mi pueblo, mi canto, mi carne
mi Latinoamérica sangre de mis venas
oxigeno de mi lucha, pedestal de mi fuerza.