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jueves, 15 de diciembre de 2011

Te dejo mi canto

Hoy tome tempranamente un racimo de brisa matutina
para depositarlos en tus manos
le robe un rayo al sol para dejar en tu ventana
caprichosa la luna me hizo correr tras ella
para alcanzar ese brillo plateado
y rociarlo en tu jardín,
pero por más que busco
el jardín celeste no he encontrado.
Seguí a hurtadillas al Ángel de los misterios
para ubicar una canción nueva
que regalarle a mi hermano
a este hermano con mil rostros
para sembrar una nueva esperanza
la que selle las guerras
que confine las penas
algo distinto, quizás casi un sueño
quizás …
pero me quede con el verso a medio camino
como decirle al destino
que quiero trocarlo
por vías de luces que nutran sonrisas
que leguen a un tiempo
amaneceres nuevos
donde mis hermanos vuelvan a soñar
pero solo quedan mis manos
solo queda mi pecho
con una canción que no se terminar
solo queda mi beso, solo queda esta herida
un deseo inimaginable para regalar.
Lego testamento de días más bellos,
un nuevo canto que tú has de germinar.

Latinoamerica

Lejos por donde las olas rebotan
en las profundidades del sentir, en los confines
donde el viento juega su ritual
y las nubes mezclan sus universos pequeños.
Allá donde la primavera crea gorriones
con vuelos de mariposas entre dulces flores,
en ese espacio creado por antiguos dioses,
nace la fuente creadora de mi universo,
de una musa que se duerme con el canto,
del ruedo, del vagar del río,
que cae por las montañas de mi Latinoamérica
donde aún el paso de la tierra corona el campo
verde de la tarde virgen en un bosque antiguo,
Donde la Nutria nada libre
y el canto de las aves torna música
para mi pecho cansado de vagar entre sombras
de ancestros que rugen el sentir al día.
En el oleaje que azota las costas
en el prodigio del llanto de un nuevo niño
de esta vida descubierta entre algodones
arrojados por las flamas de los volcanes
del ensueño único de una tierra virgen
de una tierra de seres prodigiosos
que cantan a la luna y bailan bajo la lluvia
de un amanecer continuo en mi sangre
en la sangre del heredero final
de mi canto, de mis risas, de mis llantos.
Aquí me quedo entre las hojas,
entre cañas de azúcar y bambúes
regalando vida desde las manos alfareras
que construyeron desde la tierra
el principio de un verbo,
que yace y vive imponente por siempre,
que sigue en magnifica omnipotencia
de sus cielos aun celestes.
Donde el pan se recoge desde el sudor
de sus manos agrietadas en el olor del cafetal,
de la mazorca que nos entrega vida
cual espiga de trigo molida entre dos piedras
así, nace y vive la vida del que fue
del que será parte de toda raíz
mi pueblo, mi canto, mi carne
mi Latinoamérica sangre de mis venas
oxigeno de mi lucha, pedestal de mi fuerza.

lunes, 21 de noviembre de 2011

De rosa a magenta

Castillos tejían los sueños de niña con príncipes y hadas,
mas nada había en la realidad incierta de los pasos caminados
en la conversión de niña a mujer… la primavera se marchito,
nada quedo en el corazón lleno de esperas.
Los pasos se marcaban en el pavimento,
cual loza fúnebre dejando epitafios,
de sueños perdidos, quizás masacrados
por destinos inciertos, por carencia de manos.
Su bella mirada torno tempestad, se la llevaron las olas
en una noche irreal, sin luna sin luces,
aprovecho la tormenta para viajar en las hojas
de un destino perdido, de una esperanza ya muerta.
Vivir sin sentidos agolparon su puerta,
la juzgo la mañana junto a las rocas
cuando el alba asomaba, la encontraron sin vida.
La criticaron los credos, la sociedad incierta
mas nadie podría conocer su mirada,
de sueños perdidos entre drogas y farsas,
con perfume de alcoholes la vieron vestidas,
Y se vistieron de jueces, los que absurdamente
dijeron conocerla, mas nadie conoce el sentir del alma
nadie puede arrogarse una sabia cuya madera no ha sido concebida
nadie conoce el perfume de un lirio en el fragor del llanto matutino
¿quién puede adueñarse de leyes, moral o ética?
cuando se pierde de noche, cuando ausenta su calma,
cuando el vaso derrama la última gota de discernimiento
amparado en el escrúpulo parido por la eventual sociedad,
quien puede, quien debe, arrojar la primera piedra…

Presagio

De pronto, el pánico entró a la madriguera
tomé el cachorro más cercano
corrí despavorida sintiendo
el fuego ya quemaba mis pasos.
Había llamas por doquier
el aire me faltaba
el calor, el calor…miedo.
Me estremecí, el puma por primera vez
pasó por mi lado sin verme,
sentí el olor que despide el terror,
el mismo que invadía mi mente.
Lamenté el paso del caracol,
ellos no podrían huir.
Tantos que quedaban apresados.
Corrí hacia el monte y desde allí
observé mientras lamía mis heridas
ya no podría volver por otra de mis crías.
Allí les vi, dos crías del hombre riendo,
les maldije y desee su muerte,
la misma que habían tenido mis cachorros
deseé que el puma les atrapara
porque ya no quedaban fuerzas para correr.
Deseé que el hombre no existiera,
deseé que mis crías vivieran,
pero sabía que no era cierto.
La bestia humana no caza por hambre,
no mata por mantener viva su estirpe,
mata por matar,
destruye por destruir…
Entonces me reí, mis alaridos
se esparcieron en forma tétrica,
descubrí que él también se estaba destruyendo.
Al fin se acercaba su exterminio.
caminé por entre cenizas,
una esperanza nacía,
¡Mis cachorros!...
¡Mis cachorros!,
ya no busqué más.
Avancé sin mirar tras mis pasos
un rayo de esperanzas
llenó mi alma,
el humano, también sucumbiría
víctima de su propio daño.

Pavor

Huyó despavorido
azotando sus alas,
una huida casi infernal
el estruendo le aterraba,
sus hermanos huían,
intentaban volar
en la oscura noche
cuyo cielo se incendiaba,
un cielo como…
no podía entenderlo,
chocaba en ese escape
con monstruos de cemento,
sin entender la vida,
sin entender la muerte,
el nacer de esos fuegos
atormentaba sus tímpanos.
Abajo casi apenas divisaba
a muchos animales huyendo,
pero el hombre era valiente
no huía en esa muerte extraña,
se reían, celebraban,
en el cielo el caos,
en el mar una marcha de cardúmenes
escapaba de sus muertes,
el brillo del fuego
alcanzó una gaviota,
nadie, solo el vio ese rayo
despedazar el silencio.
Sentía miedo
y el ruido, el ruido…
la guerra estallaba…
el humano jugaba
y el se desangraba.

Natura muerte

El sonido cruzo el espacio abierto
apagando el cántico en su vuelo,
se desvaneció en el aire…
Silencio; el bosque pareció desierto.
Cual hoja arremetida por el viento
cayó lentamente hacia el suelo,
otras alas quisieron abrazarla,
salvarla de ese momento.
Fue el grito del enamorado
ante la impía muerte.
Sin entender volar a su lado quiso,
más el estallido apago su suerte.
Ya no era una rosa la deshojada,
ya no era una voz la que callaba,
eran del bosque dos vidas
que estremecían con su caída.
Nuevamente como otras noches
el espíritu se paseo inquieto,
herido impotente, el canto del bosque,
llora de frío, muere de hambre.

Momentos

La distancia es solo un eco en el grito,
que desgarra las fronteras de un tiempo
en el que vivo, pero muero
en la soledad de tus besos.
Cuanto el agua se ha negado,
cuanto el viento no ha soplado,
cuanto mis pasos han suplicado.
Me quedo con las noches vacías
en desvelos de pensarte...
de entregarme en un sueño
a tus besos, a tu nombre.
La flama prende sombras en el aire
donde el recuerdo lastima
donde quiebra mi pose
de ser guerrero que a escondidas
grita y llora tu nombre.
Mis besos se secan en el tormento
de tenerte aunque sea en el febril
instante de un sueño,
de quedarme aunque sea en la locura
del pensamiento,
que te trae, que me lleva
a perderme en el fuego de tu mirada,
en el sentir de tu sonrisa
los dedos se deslizan por tus cabellos,
mis ojos buscan tu rostro,
te tengo un instante,
ese instante basta,
para gritarte que te amo,
entregarme como a nadie,
sorprenderme en tu vida
en ese instante que te sueño
suelo cual ladrón...solo para amarte.

El tiempo en las soledades

De mi nombre tu silueta cual enmienda
beso suave de la flor del liz al viento,
hojas arrulladas en versos de palomas,
corazón de verbo y pensamientos.
He aquí mi corazón cual ofrenda
perdida en el salón del tiempo,
aquí yace la historia en su principio…
donde languidecen los cirios y sus espermas
he aquí la hora culmine de mi vida,
desechada al cajón de un desierto y sus arenas,
perdida como reina no encontrada,
en cuyo jardín crezco motivante y esclava,
pierdo aire más me entrego a tu lava.
He aquí el volcán de mis soledades
incierta en el crepúsculo del amanecer vacío,
perlando lágrimas en un concierto del rocío,
ya no soy más si me dejas en esta hora,
ya no crezco si me quitas el manjar de tus besos.
Mírame me quedo en este puerto varada,
no me niegues amado mío el paraíso de tu cielo,
amarga soledad vendrá a llorar en mi regazo
cual otoño sembrara mis lágrimas perdidas,
de tus besos de tu agua de tus labios,
junto a tus papeles mil recuerdos,
fiebre y pesadilla de mis tormentos.

El Reto

Se alzo desde el pasto, elevo sus alas cual si fuese pájaro
sus ojos perdidos entre el cielo marcando el infinito, el espacio
recordó la noche, la caza la lucha, la heroica batalla
hincho su pecho, descendió hasta el suelo tomo su lanza
bajo la montaña, ya no como niño, ahora cual hombre.
Escucho de lejos las voces, los cantos de hermanos
alzando el trofeo, grito a los vientos para mostrar su valía
para imponer el respeto, para escoger su princesa
para crecerse en portento, canto nuevo de hombres
descendió de los cerros , el puma en sus manos
el diario sustento, ya no mas niño, ahora el guerrero.

jueves, 6 de octubre de 2011

Angel de la libertad

Solo a veces la musa detenía sus pasos para dejar de danzar
pocas veces en el silencio de una lágrima no te nombré,
muchas veces sin que lo vieras me recogí en tus alas,
besé tus manos, y te amé, con ese amor de toda entrega,
con ese amor que no pide más allá que no sea tu mirar
con ese amor que opaca cualquier sentimientos hostil,
amor que tan solo conocen aquellos que no saben odiar.
Cuantas veces en tus versos me refugié buscando la cura
buscando la brisa que sosegará la sed, marchita
pero si acaso me sentiste, pero si acaso sentiste mis labios
besando tu sombra, buscando tu alero, penando el camino.
Será que los ángeles no pertenecen a los mortales
y te pierdo en cada día, que llora la quietud, el hambre,
el genocidio de mis días, de mis fronteras sin ojos,
de mis aturdimientos, de los versos prendidos a un lienzo,
en las voces de mis ancestros que danzan en rededor del fuego.
El aire, el agua, el sonido de tus alas que aquieta las tormentas,
que golpean cual granizos esta mañana, el frío, la muerte,
la búsqueda que hemos perdido, me detengo solo para sentir
quizás tu canto, tu respiración en el viento, el suspiro para el sueño,
para volver a la musa que se ha quedado en sus duelos,
Ángel de mis soledades en que rincón he de tenerte,
cuál será el lugar para escuchar tu canto, que entibie la aurora,
que mitigue las tinieblas de una sin razón de versos que naufragan
lágrimas de tintas, que solo aquel que ha conocido el verso triste comprende
…el canto de la pluma que se pierde en los rincones
agreste de un tumulto de voces sin pendientes…sin pendientes.


Cosas de la vida

El día comenzaba muy temprano para Marta, se levantaba de madrugada preparaba la comida para sus hijos, les besaba la frente y se marchaba a las cinco en punto de la mañana, ya estaba acostumbrada a la oscuridad del invierno, el frío le hacía cubrir su cara, solo sus ojos se veían entre la bufanda negra y el sombrero de género negro con pequeñas machitas verde oliva, se veía elegante y ese sombrero era la mejor herencia que su madre le había heredado a su muerte.
Tomo como todos los días el bus camino a Cayepual, el chofer la miro y la saludo “Buen día maestra”, buen día dijo ella sonriendo, “¿cómo van las musas?”, pregunto sonriendo él, trabajando dijo ella, trabajando. Jaime el joven chofer le regalo una sonrisa y ella se sentó. Pensó nunca he escrito sobre este trayecto, la gente con la que a diario comparto este viaje, sin querer nos hemos ido conociendo…es que 7 años tomando el mismo recorrido, da tiempo para conocerse. En el primer asiento siempre dormitaba Manuel ese hombre de mirada esquiva, sus manos estaba llenas de grietas, la piel de su cara reseca, por sus ropas y el paradero en el que bajaba, ella estaba segura que era pescador, la sal resecaba la piel y el nylon de pescar dañaba las manos, ella conocía esas heridas tantas veces las vio en las manos de su padre hombre acostumbrado a la mar, a su lado igual de silenciosa una mujer que debía ser la esposa, se notaba que era una mujer trabajadora, se bajaba siempre en el mismo lugar con él…pensaba puede ser encarnadora(mujer que prepara la carnada en los espineles). Así podía enumerar a los pasajeros uno por uno, Roberto era ese joven pecoso y colorín que hablaba con tono campesino, siempre le cedía el asiento, sus ojos verde a mas de alguna muchacha debieran hacer soñar, era bueno para hablar y poseía esa magia de la juventud que aun no se corrompe, sabía que era el aseador de la pesquera Lozada, soñaba con casarse con Irene la hija del alcalde de su ciudad, Alicia era cocinera de un colegio, viuda y tenía una hija enferma por la cual se desvivía, notaba en ella una mujer trabajadora y sufrida, Héctor era un hombre de campo trabajaba en una parcela donde se había dado cuenta por sus conversaciones que abusaban de su buena voluntad y disposición, hombre muy trabajador padre de tres hijos, casado con Margarita mujer acostumbrada al campo a la vida sacrificada, Pedro y Jacob eran dos hermanos que iban a la constructora Pérez Halls, constructora dirigida por un Inglés, uno era maestro pintor y yesero, el otro era maestro carpintero, eran hombre mayores pero con el temple del hombre acostumbrado al trabajo duro. En el séptimo asiento siempre la misma figura aquel hombre canoso de figura triste, siempre cabizbajo, de mirada profunda si te tocabas con ella, ¿quién era?, alguna vez quizás adquiriera coraje para preguntarle, pero algo en el hacía que no se le acercara nadie, jamás lo había visto reír, jamás un gesto que denotará algo, solo su mirada profunda que mas de alguna vez le hiso bajar la suya al toparse. Se dio cuenta que casi todos ocupaban el mismo asiento siempre, quizás era una manía de cada uno, ella misma le gustaba sentarse en el asiento tercero por el lado contrario al chofer, al lado de la ventana, así podía observar como los primeros tintes de la mañana iban dándole colorido a los cerros y a las casas, Isabel era una muchacha que viajaba hace cuatro años y solo los miércoles tomaba el bus, viajaba a ver a su familia en su día libre, día que descansaba de cuidar los hijos de una doctora de la Clínica Yarsen. La frenada del conductor la saco de sus pensamientos y se puso en pie, bajo y alzo la mano para despedirse, “¡hasta mañana maestra, que las musas la iluminen hoy!”grito Jaime. Ahora fue ella quién devolvió una sonrisa y levantando la mano se despidió de ellos, “¡mañana tráigame una poesía de amor!” le grito Daniel desde el segundo asiento…para llevársela a Anita…al hospital, va a nacer el bebe, ¡qué bien! le respondió y se sintió dichosa, escribiría para Anita la poesía más linda que pudiese crear, así Daniel estaría feliz, Daniel era profesor de Educación física del Liceo 28 de Cayepual y Anita era profesora de música, ella sin querer los había unido, pero algún día escribiría sobre esas historias, seguro saldría una buena novela, de su viaje diario en el recorrido Cayepual Las Torres. Aún le quedaba camino que avanzar para llegar a la escuelita Nº5, una Escuela rural en la cual ella se sentía como en casa, tenía veintidós alumnos y ella los amaba, se sentía como una madre más de aquellos chicos que a diario le hacían sentir importante en su labor, tenía los mismos chicos desde primero básico, siete años ya pronto dejarían la escuela y volvería a empezar como tantas veces lo hiciera en otros colegios. El pisar de aquella sombra a lo lejos la hizo alzar la mirada, Aún el día no alumbraba, un hombre emponchado caminaba en dirección contraria a ella.
El Chocho estaba enfurecido, la noche había sido más que mala, no tenía un céntimo, era la primera noche en mucho tiempo que se amanecía buscando una buena presa y el frío lo tenía mal, necesitaba un buen pito de mariguana con pasta base, eso le haría bien pero no tenía un miserable peso, y lo que más le enrabiaba era saber que no tendría monedas para entrar al Ciber y leer los escritos nuevos de La saeta, su querida y amada poeta, el amaba su arte, como se reirían sus amigos si supieran que el Chocho estaba enamorado de un Hada, así le decía cuando le escribía y ella hermosa y tierna se tomaba el tiempo para responder, él le escribía bajo el nombre de Andrés una vez le había enviado una foto, para que lo conociera…esa mujer siempre le aconsejaba con ternura, la amaba guardaba en su chaleco una foto de su poeta, dos pesos había pagado al muchacho que se la bajo de Internet, como amaba a esa mujer…de noche cuando se fumaba su cuete como llamaba a su vicio, se quedaba imaginando que la tenía en sus brazos y ella recitaba palabras de amor, la hablaba de la luna, de las estrellas. Era la hora en que volvía a sentirse joven y su corazón saltaba y se llenaba de ternura, aquel hombre de mirada fría solo sentía ternura cuando le escribía a su hada o cuando leía las respuestas a sus mensajes torpes que él sentía escribir, el resto del tiempo solo era un ser que nada lo conmovía y allí frente a él caminaba su presa. Con esta arreglo la noche se dijo para sí y mordisqueando el palo de fósforo que llevaba en la boca la dejo pasar por su lado, luego rápido como una gacela la tomo del cuello y dándole una estocada la arrojo al suelo, le quito la cartera y salió corriendo, no tenía mucho pero le alcanzaba, en la poca claridad de la fría mañana no distinguió el rostro de la mujer, sabía que la había dejado mal herida, “¡que diantre!” dijo, si no se hubiera movido, la puñalada no se la habría pegado en un lugar tan delicado. Arrojó la cartera lejos y ocultándose en las pocas sombras que quedaban ya, se alejo presuroso de allí, Marta que había logrado reconocer a su atacante, sintiendo la muerte venir pronuncio algunas palabras, Juan que pasaba por el lugar, escucho su voz corrió hacia ella y al verla mal herida llamo la ambulancia.
La conmoción era inmensa a esa hora de la tarde, había gritos y desmayos, decían que un hombre se había volado los sesos frente al computador, cuando investigaciones llegó al Ciber New Plaza, observo aquel hombre, conocido por sus actos delictuales, se había disparado, frente a él, en la pantalla del computador un titular que decía muere Marta Haendell, “La Saeta”, la famosa escritora de nuestro pueblo de una puñalada que le perforo la aorta abdominal. Esta madrugada fue el crimen, camino Al pajonal, donde daba clases a diario en la escuela del pueblo, la comunidad esta consternada ante este crimen, testigos dicen que la encontraron con vida diciendo “te perdono Andrés, te perdono”.

lunes, 12 de septiembre de 2011

El bardo nocturno

Silva la voz del Bardo por el camino cortando la noche de su silencio
trae en su música el cantico que aleja la alabarda de mi cuello
escucho las notas parir alas, en ese vuelo me desprendo
cual gota de rocío al viento, siento que viene tu voz
diciendo que no se puede volver atrás, que solo hay que seguir…
dejo el incienso encendido para regalar el aroma algún mendigo
salto por la ventana en busca del Dante para este alivio

Lagrima Silente

Es de noche, las tinieblas cubren la cama,
hojas secas en sabanas mustias,
llantos entrecortados de besos impuros,
se ahogan en lamentos resignados.
Afuera la vida se apresta a soñar,
los sueños escapan por la ventana,
entre lágrimas gimiendo piedad,
fuego consume las alas de mariposa,
fuego derrite el temple de ángel,
la vida se mantiene en la tortura,
de un beso pálido sin gusto, sin vida.
Las manos navegan en un auxilio
Silencios…lágrimas…Silencios
solo lágrimas de muerte, cada noche,
solo lágrimas de vacíos incontables,
llora, llora en ti mi silencio…
Entonces espero el llenado del vacío
con tus ojos, tan solo tus ojos,
para edificar la vida sin lamentos,
para besar el aire y el tormento,
para entregar la vida al matadero.

La caida de un angel

Que extrañas voces irrumpieron en tu mente,
llenando tu pequeña conciencia de caos,
que oscuro ser vino desde las sombras
a robar tu nombre del palacio de los juegos,
a que dioses entregaste tu sabia de inocente,
frágil inconsciente, venerando sacrificio antiguo,
que oscuro ser vulnero tu sonrisa,
quién puso en tus manos la vil condena.

Como puede el viento seguir soplando
si el corazón de la tierra está de duelo
acaso llora este pesar de pena burda,
del inicuo destino del vuelo del ave,
triste penar buscar respuesta tardía,
sangre que amamanta el grito en esta hora,
pero no hay respuestas en la muerte de un niño
no hay luces para iluminar el quebranto,
no hay pañuelo que seque los ojos
que cubra el rostro desencajado de espanto.

Las lágrimas no podrán tener consuelo,
la sangre reclama entre los muertos,
la lluvia desciende, cual triste lamento
…ya no se puede clamar al cielo
que miro impávido a un ángel
aniquilar su jardín de juegos.

Dedicado al estudiante muerto en Chile en las movilizaciones estudiantiles y a Candela de Argentina

miércoles, 24 de agosto de 2011

.Por quién no te mereces.

Deja que pase el viento barriendo dolores arcanos del alma

no me detengas en este día, no cruces tus manos a mi llanto,

quiero develar mis lágrimas hasta cubrir el campo,

ahogar los sueños, que alguna ves se abrieron a tu mirada

Deja amado mío la puerta abierta de mis suspiros,

que borre la risa de mis recuerdos mi anecdotario

quiero olvidar el día que escuche decir de tus labios

en ese vaivén nervioso… ese soñado te amo..

Deja entonces que el huracán sople las llagas abiertas

que ya mi voz no te nombre, mis pasos no te busquen,

Amado mío, deja desangrar mi río antes del olvido

antes del tiempo que soñara en tus pasos.

Quizás en las penumbras olvide que fui tuya

que me sentí unida a tu voz, a tu risa, a tu llanto,

que edifique desde los sueños las cosas en comunes,

mas la vida volvió singular este pacto.

No mires tras de ti cuando salgas de este beso

no te aflijas por la llegada del invierno,

por la cascada que baja en forma inclemente

no...no te aflijas por quien no te mereces.

miércoles, 27 de julio de 2011

Fue su mejor regalo de reyes

Canto a dos voces
Malui y Ainathin Whayra

Y es que, los vampiros salen en sus noches buscando focos de gesto altivo, allí, abajo, maúllan gatos callejeros llenos de indiferencia pues saben que no les alcanzan en vuelo.
Pasaba sus noches sin pena ni gloria y aunque intentaba volar no podía, el reflejo del espejo viviente le devolvía a su soledad del invierno pretérito, insistente en querer atravesarlo… obstinación absoluta en aquélla noche.

Percibió un leve roce en su cuello, nunca supo de donde había llegado, ¿o sí?... Comenzó a observar esos amaneceres que matan con su luz y azotan en suspiros hasta la plenitud del alba. Con caminar raudo y sol abrasador se refugiaba en sombras de las que antes huía con pavor y es que estaba adquiriendo esas fantasmales costumbres de cuartos abandonados, de almas solitarias, de angustias desangradas, de no saber…

Cambiados sus rituales, se abandonaba en las paredes de cristal, desde allí sí, podía elevarse traspasando fronteras, navegando profundos mares, mares de mares, mares de océanos, mares de junglas, obviando que ahora sólo buscaba la obscuridad para dar vida a su novedoso escenario.

Se paseaba por cruces roídas de tiempos, se sonreía el paisaje que antes le pareció tétrico ahora era un jardín nuevo donde jugar, donde danzar en compañía de fantasmales espíritus, la noche era su reino, su viaje al sur, al norte donde le llevaran los sueños, los sueños de aquel nuevo vuelo, reía joven como nunca creyó estar la brisa nocturna le abrigaba el cuerpo, acaso soñaba esa verdad incierta de noches de arrullo cuando en novelas de terror se asustaba.
Le acomodaba el paso casi imperceptible de sus pies descalzos, pero ya no sentía el frío, la aurora le asustaba como anteriormente la noche, es que el sol le habría heridas por doquier, ya le había advertido que la mañana era su enemigo y corrió buscando jazmines secos, corto rozas de ese rosedal seco, donde yacía el espíritu de algún ruiseñor cantando para gestar la única rosa de un verso de un poeta enamorado, el cuervo nocturno parecía acompañarle en su juego y persiguió murciélagos con su red de mariposas, hasta ver que la luz empezaba el nuevo día y corrió a refugiarse agitada por el aparecer del nuevo día, el sueño la abrumaba el cansancio, plegó sus alas y soñó que volaba entre amaneceres nuevos por sobre las aguas.

Recordó el viaje después de su juego en aquella noche de reyes, infinidad de peones en juego, no quería… no quería; había chocado frontalmente con el rey que de un revés le hizo plegar las alas, cayó cerca del caballo que lamió sus heridas y le insufló su aliento, así aniquiló su esperanza de volver al suelo, se refugió en un cuarto de la luna donde mecerse y es que no quedaban islas para naufragar trasladándose definitivamente al mundo de cristal, donde se dejaría morir, porque resbaladizo y desconocido iba succionando su sangre.

Era la nueva noche que la despertaba con el aullido de algún lobo hambriento que viajaba entre las tumbas, sigilosa salió olvidado el recuerdo para abrir sus alas y vivir su momento, a lo lejos el tumulto las voces la gente, sintió en hambre corroer sus entrañas y vivió la noche de maldiciones nacidas y saboreo el sabor amargo del despertar en otra vida, voló como nunca buscando alimento que saciara la sed de la noche y sus tormentos.

Derechos reservados

Secreto amor

Cuando…
Tu voz, llega rompiendo las lágrimas,
que a escondida atrapara el alma,
en la oscuridad de mi cuarto
beso tu imagen lejana,
sueño de algún Dios benigno,
que desplaza la amargura,
que me atrapa y me encadena,
al sueño de volar,
en ese vuelo que dan las aves,
cuando emigran dejando el hambre,
dejo tras de mi el dolor
para refugiarme en tu ser.
Pero…
Cuando el llanto te arremete,
vuelvo al silencio,
para esconder mi llanto
que en tus lágrimas se escapa,
y me siento libre
queriendo ser atrapada,
me siento parte del dolor,
que por tu piel sangra
sin poder evitar, sentirme nada, nada
Mas…
Aun enlazo los sueños
que me dejará el alba,
de criar en mis sonetos
el descanso de tu alma,
para descansar amado mío
los derrames de mi karma,
para no llorarte perdido,
besar tu boca lejana,
sentir que si, te he tenido
vivir, como no hemos vivido.

Derechos Reservados

Ya nunca mas

¿Donde nací?, tantas veces me han preguntado…yo contesto, porque tengo que marcar con banderas un parto, porque no puedo ser solamente hija de la tierra, poder congeniar con mis hermanos sin prejuicios que nos han inventado los poderosos, aquellos que se nutren de nuestras ignorancias. Viven sentado sobre nuestros pulmones que escupen sangre , sangre trabajadora de los hijos nacidos sin ventajas, los de abajo, los pueblos de nuestra tierra, de nuestra querida Latinoamérica, admiro el valor de aquellos que aman lo suyo, disfrutan su canto, canto de raíces, nostalgias de antaño, respeto a sus etnias, a su tierra. Admiro el coraje del joven rebelde que grita su pena, impotencia de verse castrado en estudios, posibilidad de trabajos. Admiro al que lucha contra los balleneros para que no destrocen más nuestras ballenas y me duelen aquellos que siembran en sus hijos la falta de respeto por nuestra naturaleza. Me ahoga el hambre de los niños que mueren, el anciano en la calle olvidado por sus hijos, me matan las drogas que asesinan personas, mientras la vida se comercia por dinero. Llora mi alma por aquella muchacha que de niña satisface deseos morbosos, me abre la herida el que destruye inocencias y miro hacia aquellos que viven como dioses sustentados en hipocresías vendiéndonos paraísos, que de nada mitigan el dolor de esta herida y me veo en cada uno sufriendo su pena y me siento parte de esta amarga conciencia, y vendo mis panes para calmar mis molestias de ver sometida tres partes de tierra, mientras se vive con Dios y con el Diablo en mesa adornada con jarrones lacados de hebras de oro y servicio de plata, mientras en casas de cartón quizás no conocen de cucharas.
El hambre se riega para llenar unos pocos, y se explota al mas pobre para vivir con decoro, me miento escribiendo poesía de sueños, mientras en un rincón de hambre se van muriendo. Escribo poemas cargados de carne, escucho mi voz entre rosedales donde sangra mi vida. Grito con ellos basta de mentiras, basta de muertos. Me paro en la guerra para gritar desconsuelo, recojo las hojas del árbol que esta muriendo, me quedo mirando como se extinguen la flora, la fauna…el llanto en mis ojos pareciese estallar…pero escucho las voces de aquellos poetas que esgrimen sus versos contra la razón, el pintor que traza en los muros el grito imponente de un ¡basta ya!. Me asombra la marcha del estudiante elevando sus voces exigiendo en la calle educación de verdad, entonces mis pasos se multiplican junto a los obreros, pescadores, mineros, somos más, muchos mas. El cantor en la calle levanta la guitarra en nueva señal, se reeducan los tiempos el niño enseña a su padre que la naturaleza debe respetar, se me abrigan los versos entre tantas voces que bailan pidiendo, exigiendo la paz y me quedo aturdida por la demanda de gente que grita, ya no mas… ¡ya no mas!. Entonces florezco cual nueva siembra y pongo a mis musas a cosechar el valor de aquel hombre, para recalcar este canto que alcance a mi hermano por la unidad… unidad de aquellos los oprimidos el nuevo verso acaba de comenzar recorre trigales, arenas de ríos, campos, escuelas, cruza los puentes traspasando fronteras uniendo las manos expandiendo las voces, es nuestra la tierra.
Se forjan las alas de ardientes quimeras en un grito que unido no vencerán, se unen las bocas cual si fuese un rito donde se alzan los antiguos ancestros, me hierve la sangre en un grito imponente de ¡¡¡ya nunca más!!!.

Derechos reservados

Soneto 1º Desafío

Que de guerras me enfrento a ella
con mi pluma cargada de palabra
enriquezco mi vida de humana
desde los primeros aires de vida.

No dejo al tiempo que siembra
rosas cargadas de espinas, deshojadas
ni que cubran mi cielo de tormenta
nubes negra despojo de sentir la amarga.

Yo te dejo en el portal de tus guerras
un verso comprometido del alma,
y una mano esculpida en la tierra.

Te cambio guerra por esperanza
la sutileza, el perdón y la calma,
verso fruto de alguna andanza



miércoles, 22 de junio de 2011

Mascaras

Centenares tiempos de caracolas dormidas,
en rutilantes casas de alforjas vividas,
el silencio, mira como si fuese reloj de arena,
encubriendo las huellas del asesino de un tiempo.
Máscaras, son solo máscaras…
Vagando en la prisa de sus albricias desnudas,
cual fiebre de veneno, como el estiércol del gallinero,
marginando las sombras de aquellos sin nombre,
arrecian en coches palabras de muerte,
Escogiendo el destino de la sombras inertes,
solo por ser, solo por pensar.
La balacera destruye a los vestidos de verde,
sus hojas caen cual tormento del viento.
El ángel de rodillas solicita clemencia,
más mascaras que no saben de amor, no ven nada,
solo sombras que inerte destruyen sus vidas,
con vicios forjados en inmaduros cantaros.
La vida se ciega como azafrán de un bosque,
ella grita desnuda, entre llamas bate alas,
pero la nada esparce sombras por el suelo,
que inertes suplican caridad en silencio,
Se multiplican los rostros vacíos entre escombros,
malolientes los versos para Hades sustento,
la noche, la vida, le entrega sus muertos,
por demonios marcados por signos de oro,
viajan como máscaras entre las sombras,
llevando a la tumba sus tristes despojos.

La plenitud del ocaso

Fue preciso marchar hacia el ocaso?
no remuerde el sentimiento
de no dar la sangre en un intento por volver por volver…
…a ser parte de esa historia
esta historia oculta en la música
en la música que dan las aves,
las aves que vuelven al termino del invierno,
un invierno que fue eterno
en los sentimientos del adiós
del adiós que no pudimos dar.
La noche oscura vuelve sigue
debemos detenernos para que vuelva el sol,
ese sol que ha quemado grandes aspiraciones
aspiraciones y metas que alguna ves serían ciertas.
detenernos, hoy, quizás tarde, pero volver, volver…
con la fuerza de levantar
los troncos caídos de los grandes arboles,
volver con la vista abierta
dormir, dormir mirando
para que no me pillen otra vez en el ocaso
vivir aunque el cuerpo se nos rinda
seguir, seguir, …seguir

La hora

Cada palabra es un grito al vacío de las noches de los silencios;
gritos desaforados en voces que se extienden por sobre tumbas arreando más muertos
que los que han fabricado las guerras.
Voces que cantaron estrofas al amor,
pero que apagadas se quedan en un mutismo negro,
sí es que el negro es nada de la nada.
Voces que nacieron en un llanto que derrumbo apatías
y que hoy solo siembran llantos.
Voces que no se entienden, pero que navegan en este aire doliente con olor a carnes
quemadas, tras las lluvias que incendian lo que alguna vez,
alguna voz sembró para convertir en trigo.
Voces que se apagan en un tormento de respirar sin ser, de beber sin paladear.
Voces que ahuecan en cuencas vacías miradas que no existen.
Vacíos inexorables del ser que hubo, que fue, que será,
pero la nada va postergando entierros de hombres, mujeres, niños,
que regalaron risas en primaveras de flores que no subsistieron.
La hiel que derramaron los cielos cuando estallo la guerra.
La ultima o la primera que no dejaría nada para contar,
que no fueran restos calcinando bajo un sol rojo.
La sangre secando y bañando edificios que desaparecen
bajo el furor de sus rayos, un nido, quizás el último vestigio
de una civilización que se olvido de amar,
de reír, de sentir, pero que al final tampoco supo morir.

Imsomnio

Canto a dos Voces Cristian el Gato y Ainathin Whayra

Camina así en noches turbulentas
buscando entre cruces y flores
entre las sombras de los mausoleos
la piedad de un sueño eterno
que desnude lágrimas sin tormentos.
Entre arrecifes y mareas
mi corazón sangra sus abandonos
el dolor late en miles de poemas
que no hallarán poesía, ni metáforas
en lunas que crecen y se extinguen
en la cuenta sin cuenta del insomnio
Entonces arderá la noche
entre paisajes demenciales;
cuando soñé que tan solo eras
cuando viví para ser lo que fui
cuando empecé a morir
lo que ahora estoy muriendo.
Extraviado en el negro laberinto
cuyos muros solo atina a rozar
con dedos ciegos mi agonía…
veo entonces que la luna desgarra mis versos
que en la pluma, baten su duelo las musas
dejando en la calle de los espíritus
dos corazones ensangrentados.
Comprendo entonces que la soledad
ha cumplido su tarea
que siempre se regresa al sitio
en que nos duele la primera despedida…
que siempre se regresa justo a tiempo
para llorar la historia, de lo imposible
Yace mi corazón olvidado,
algún camino, de inexistente ilusión
esboza tiempo que todo era lucha,
alegría añejas persiguiendo mañanas
sabiendo que esperaba otra batalla
conociendo de frente la suya aflicción.
Aduciendo que apagaba cantos de mañanas
conociendo que dormía un sueño irreal
tiembla bajo el peso del tiempo que se ha ido
desgarra su tristeza la memoria del amor
que alejó para evitar que todo fuera una mentira
que dejo guardada en la gaveta de su velador.

Impotencia

¿Quién puede librar el mal,
cuando el llanto arremete
y anida en el alma sus besos?,
¿quién puede curar la herida
que flagela
con su aroma, ausencia?.
Acaso tu voz
viajará desde praderas
cruzando distancias
para destruir lo que tus manos forjó.
La última hoja de la esperanza
se envuelve en maleficencia.
gritos desesperados
sucumben en un jardín diezmado de ilusiones,
entonces mis ojos ven
lentamente como se muere el sol
aun encendido,
pero mi alma absorbe el veneno
de la oscuridad,
me envuelvo, me pierdo,
hasta que decidas
sacarme de allí.

El espejo en que no estas

Viniste con palabras melosas a engatusar mi corazón
necio de mi, que cayo en el juego y perdí la razón
no hubo nuevos soles en los que no estuvieras tu
ni paso nuevos por andar donde no caminaras tu.

Así cada día más y más enceguecía mi razón
cada día tras los sueños el sendero a mi perdición
pinte amaneceres con ilusiones y metas nuevas
me forje mil historias en el jardín de mis poemas.

Mas la noche me encontró llorando sin pudor
tras negras cartas que acusaron tu traición
heme aquí perdido vagando en el valle del dolor
sin capacidad, vacío esta el vaso de la ilusión.

Derramamos sin motivo el vino de la dicha
en la antesala de mi suerte… mi perdición
ya no volveré a sentir ni querer como te quería
ha perdido mi oído las notas de una canción.

Han empacado las maletas mis versos
vacío el espacio que me dejas en el adiós
muerto en vida me hallo sin convicción
sella mis labios con el beso de tu traición.

El canto del Pulihuantu

Fue cual susurrar del viento
la magia de aquel momento
el ensueño más efímero
sin embargo el más tierno
presentí cuando las notas
penetraron en mi mente
suspendiéndome en el aura
de la noche boreal
cada cuerda en movimiento
un transporte de lugar a lugar.
Fue el sonido de los vientos
el que me traslado
por senderos de otros tiempos
fue el golpe seco
quien mostro cuan airoso
pueden ser los truenos
sentí nostalgia
viví emociones de encontrarnos
con la gente, con el hombre
con la historia, con mi hermano
los sones y las voces
se fueron alejando
tras los versos regulares
del aspirante a poeta
que quiso narra concierto
ser portador de la ventura
del canto del Pulihuantu

Correspondencia

Canto a dos voces

El espíritu del silencio

I PARTE De Ainathin Whayra



Querido amigo, hace ya tiempo que he reenviado cada nota, cada papel que me has enviado, pero sigue latiendo la indiferencia en nuestra tierra, no he podido evitar esta mañana al leer tus letras, sentir el sabor amargo de la vida, de la raza, de la carne; y nace como imperiosa la necesidad de nombrarte, de abrazarte, de poderte decir, “mírate no vas solo, mira todas las manos que se extiende en pos de ti”, pero la realidad es otra y como siempre naufraga una ves más la barca de mis sueños y vuelvo al bosque, de ese que te hable cuando estuve contigo en España. Allí me refugio para llorar a solas el hambre, la muerte, las guerras, el silencio que nos imponen las mal llamadas conciencias y ya no encuentro al espíritu que tantas veces arrullara mi dolor, ya el Tordo canta melodía triste y siento que me voy aquí, ahora, bajo las garras de un mal nacido aire maloliente se me va la vida en pos de ti, de mis hermanos, de mis hijos, de mi sangre, que ya no ven la luz del sol y el frío navega con sombra de muerte este día y yo quiero viajar con el.
Querido amigo es que la impotencia es mas grande que mi ser, es que ya intente todo desde la vida para la vida, desgarré mi alma en poemas que dijeran todo lo que puede sangrar mi madre Gaia, todo lo que sufren mis hermanos, y el asco me golpeo a la cara, en cada imagen vista, las muertes en la guerra, la separación de mis hermanos por ideas absurdas, miré el apedreamiento de mi hermana porque alguien se atrevió a decir que era indigna, y mis lágrimas ya no solo cayeron a medida que sangraba, ardían en mi rostro como si quemaran y el estupor me derribo muchas veces cuando supe de la muerte de un niño, mientras alguien tomaba su foto, y me parió en las entrañas este tormento que habita desde el día que vi la cara de un bebe golpeado por su padre y me llene de miedo cuando violaron a un pequeño. Sabes, siento que me busca la muerte, la siento vagando a escondida tras mis pasos, quizás no sea mala idea amigo mío ceder a ella, ya he perdido todas mis luchas y me visto de impotencia esta mañana en que el frío me otorga nuevos muertos para agregar al itinerario de la vida.
El Alerce al cual me abrazaba en el bosque, quién siempre fue mi cómplice, mi amigo que a través del viento siempre entrego consuelo y nuevas fuerzas para salir al mañana. Hoy la nueva maderera lo ha cortado y mi bosque desaparece y con este simple pero terrible hecho, las fuerzas para seguir camino.
Me pierdo contigo mi hermano esta mañana, mis lágrimas naufragan con las tuyas, quizás en este último verso parido por el alma mis musas lleven mi cruz nueva a ese cementerio, donde quedan los rezagos de las almas olvidadas, te aseguro mi hermano que ya mi nombre no se oye, te aseguro que nadie recuerda que existo, porque a ti ya te olvidaron, solo queda este escrito; amargo testigo de nuestras vidas mal construida y cedo a la muerte la dicha de un beso, la palabra amor que no llegó a mis oídos, el paso cansado para defender a la tierra. Quizás los delfines extrañen que ya no lloro sus muertes, quizás el león extrañe mi sombra llorando su encierro, el exterminio de mis hermanos menores, quizás la tierra me acoja para convertirme en semilla de un próximo reencuentro… cuando la vida quiera volver vivir.
Mi hermano, entrego la vida que tanto defendí, aquella que no pudo ser como esos arlequines que caminan sin sombra en este mundo de ausencias, y mi sangre baja hasta la flama de los volcanes, pidiendo, clamando por el olvido, por la muerte. Ya veo mi hermano que vienen por mi, el duelo del pájaro será el único que escuche, porque los otros están preocupados de sobrevivir y ya no les importa cómo, no les importa mi voz, ni la tuya, ni la de ellos, cierro mis ojos hoy, me quedo en tus versos dolientes y siento tu canto de amor luchando, yo he perdido la guerra por el amor y ya vienen por mi, las letras que parí me ayudan hoy a morir. No me llores mi hermano, amigo que de todas formas mi versos y mi alma seguirán contigo, sufriendo hasta el día que tus ojos en los míos se sellen, mañana el fénix renueva su vuelo, y en tu amor se renueve las fuerzas para detener un mañana nefasto, para sorprendernos con el nuevo canto en una simple plegaria que alguna ves alguien quiso compartir, quizás el Fénix mañana logre una nueva revancha y vengue las muertes de este día, me quedo en un beso que alguna vez musitó algo parecido al amor, me quedo en el verde que aun me queda, vuelvo a la tierra en sombra de ausencias. Amado hermano, amado amigo, amado ya no sigo, la muerte ha llegado y yo no quiero quitarle el camino le extiendo mi mano se ríe victoriosa, sabe de mi derrota, sabe de mis sueños, sabe de…el día, las nubes, un cielo brilla a la sombra de la luna, ¿sabrás hermano que yo me voy?, ¿me extrañarás mi amigo?, ¿seguirás por mi?, ya no siento el miedo a mis pasos , ya no escucho, ni siento la soledad, veo el bosque allá lleno de vida, el hombre nuevo, la vida reflejada en una gota de agua, se ve maravillosa…
SILENCIO Y LUZ._ “Amado amigo, existe el mundo primavera, existe... la vida … el
Alerce, mi Alerce camina y yo camino con él”



El espíritu de la palabra


II PARTE De Cristian El Gato


He recibido tu carta, hermana, poeta, amiga, y me atrevo a escribir una respuesta sabiendo que ya no podrás leerla, al menos allá, donde solía saberte como una de las justificaciones de este mundo… al menos ahora, en que has debido acompañar en su destino a tantos seres de cuantos amas.

Respondo, hermana, sabiendo que confiaste en mí hasta el final, que aún confías en mí, y te digo que el final aún está lejano, que la justicia aún tiene mucho que decir y que, como don humano, ninguna palabra pronunciada en nombre de nuestra Madre, Gêa y sus hijos más indefensos, ha sido ni será pronunciada en vano. Me duele el sacrificio de tu sangre sumado al sacrificio de tantos seres que lo único que piden de la creación es existir en paz, que lo único que buscan, igual que tú y yo entre los hombres, hermana mía, es preservar y transmitir la vida.

Has luchado bien, hermana, has transmitido mi corazón, aunado el tuyo propio y nada más te pido… nada más era el deber de nuestra fe en la palabra al que tú, en tu bondad, agregaste la entrega de tu vida. Te toca descansar y dejarnos a los que quedamos la tarea de seguir tu ejemplo, de relevarte en esta carga, de abrirle los ojos a quienes viven en la ceguera de servir a la injusticia y la destrucción, sin darse cuenta de que un día, cuando ya no sean necesarios para ellas, serán sus últimas víctimas. Has luchado bien por la vida, por el bocado para los que carecen de un pan, por la existencia de todo aquello que no merece ser sumido en la inexistencia. La necesidad es rebelde y sabrá arrebatar lo que le es negado; la naturaleza es justa y sabrá cobrarle un día a quien le debe. No te angusties, hermana, que seguiré nuestra lucha, para lograr por medios pacíficos que el ajuste de cuentas no derrame sangre inocente o incluso, si es posible, ninguna sangre.

No me gusta llorar, pero cuando una mujer como tú llora, personas como yo tenemos derecho a hacerlo sin rubor, sabiendo que también es necesario y que, después de llorar, habrá una tarea que cumplir en honor de tus lágrimas y de las mías, en honor de tu sangre arrebatada y de la mía que aún corre por mis venas exigiendo que sume a los que de los hombres se quieran reconocer mis hermanos… A lo mejor la esperanza del mundo entero está pendiente de un canto de delfines, del vuelo de un cóndor, del vaivén de las ramas de nuestro bosque mecidas por el viento, de las palabras de un poeta… del eco que todo eso consiga resonar en el alma de un pueblo, de los pueblos que, sin ello, no tendrán corazón para latir por un futuro.

La palabra nos ha sido dada, hermana, tenemos el poder de hablar con todos los seres. Tal vez es parte de la inmensa Palabra del Cosmos incluso el goteo de tu sangre, inocente entre las inocentes, incluso la caída de los cinco mil años de tu alerce y la última súplica, casi silenciosa, de quienes mueren de hambre y la mirada indiferente de quienes los dejan morir, de quienes derriban y matan sin miramientos, por demencia o por dinero –por estupidez, a fin de cuentas– el futuro de todos, sin darse cuenta de que hablar de todos les incluye. Tal vez todo esto sea necesario para que los que quedamos alcemos la frente y nuestra palabra cobre la fuerza de todo aquello cuya alma se le sume, y nuestra palabra se parezca, cada vez más, a la Palabra de cuyo amor proviene nuestro reclamo.

Yo también estoy cansado… Ahora, al saber de tu destino, la rabia me pide vociferar y el rencor me exige una venganza, pero justo ahora y por eso, entiendo que debo descansar y recordar que el amor, como tú y yo lo defendimos siempre, es la fuerza más grande del Universo. Hermana, compañera, te toca mirar a ti, te toca esperarme a ti y yo no sé cuándo podré seguirte, pero no te angusties, allá donde hoy estés, No he olvidado tus enseñanzas ni tu valor ni los sueños que compartimos, no olvidaré nunca que lo que no pueda lograr el amor no podrán lograrlo la destrucción y el odio. Sé que ganaremos, tenemos la justicia y el amor de nuestro lado y, para proclamarlos, tenemos la palabra, cada vez más fortalecida por el alma de nuestros muertos.

Yo también estoy cansado, hermana, amiga, maestra, y es noche. Ahora finalizo esta carta y voy a descansar, a estar un rato a tu lado para conversar contigo y abrazarte. Para mí hay un mañana en que deberé proseguir la tarea que nos unió siempre, la tarea amada que nos mantendrá unidos hasta el último de mis momentos en el mundo, que nos seguirá uniendo una eternidad después de ese último momento. Para mí hay un mañana, hermana, y descansa: te prometo dar mi vida por que haya un mañana para todos.
Te extraño.

jueves, 16 de junio de 2011

Mentiras para un beso

Cuantas mentiras fragua un beso
que en ruleta dio juego de amar,
cuantos pasos mi vida a de quebrar,
para no llorar el vacio de esta soledad,
que aun teniendo no siento,
que aun viviendo no vivo,
que aun muriendo no muero.
Los pasos deambulan en rostros
vacios de marionetas que tejen
rutinas sin sentidos,
vacuos pasajes de amores no correspondidos.
Llorare hasta perderme en la inequidad de tus labios,
entregare mi cuerpo cual sucio hambre sin reparo,
moriré cada día a tu resguardo,
porque ya no importa el día,
porque ya mataste ilusiones,
cual alacrán tu amor inyecto veneno,
destejió las redes que se crearon en comienzos
cuando los sueños agolpaban mi alma.
el agua ya no corre en riachuelos
se agolpa cual cascada presionado pecho,
impotente la vista atrás…
cuando jure, cuando reí, cuando…te ame
porque te ame…
en un comienzo cuando cual pequeño
daba los primeros pasos en este sueño
que trucaste en pesadilla,
la vida germino cruces
y yo me quede esperando,
esperando por tu beso,
por esa palabra que demostrara
que existo, que soy …para ti algo,
no llego y la duda se transformo
en verdades que matan,
deje de luchar, deje de pelear,
sembré después de margaritas y amapolas
solo cardos, espinas y rosas negras,
vacié el cajón para llenarlo de soledades,
los hierros fueron mi cauce
creí, creí …creí, entonces morí,
cada día un poco mas, cada día mas,
me transforme en un pasajero mas
en el viaje del desamor,
sin sueños, sin ilusiones, sin …
Que será mañana para mi
que será de esta vida para ti,
acaso puedes construir
historia antigua,
reconstruir ilusiones,
borrar el paso inicuo de la muerte.
Puedes recuperar el canto
cuando asesinaste el ave
que solo cantaba para ti,
acaso se puede volver sobre los pasos
para reiniciar los sueños,
para reiniciar mi canto.
Acaso…juego hoy
a vivir en este tiempo,
acaso sueño que escribiendo
puedo borrar el pasado,
acaso la poesía…
acaso las musas…
acaso la pluma…
pueden tomar mi vida
para no llorar tanto.


Un nuevo amanecer

Encontró el corazón
despojado de los ayeres,
lavados los sueños,
las lágrimas, y los dolores,
había sido extraño
ese amanecer nuevo,
la mañana pariendo.
Había llorado todas las lágrimas
que su pena pudo arrojar,
había desarraigado de sí ese amor
que tantas heridas había causado,
había vuelto a la soledad,
pero se sentía distinta,
en un día más claro.
Los versos se desparramaron
cual arena sobre la hoja,
la musa danzó nuevamente,
la tinta empapó su mente
con ansiada sinfonía,
era un nuevo despertar.
Las emociones brillaron,
sus dedos temblaron ,
quería nacer nuevamente,
quería vivir otra vez.
Abrió la puerta de par en par,
asomó su rostro,
cantó una melodía extraña,
sonrió con la risa de un niño.
Alegre corrió por sobre las flores,
…que extraña voz
embriagaba su pecho,
se detuvo, miró el paisaje,
el lago estaba con nuevas flores,
una nube de mariposa
paseo frente a sus ojos,
mientras un coro de aves
se dejaba escuchar.
Era un nuevo proyecto
para llevar a cabo,
era esa voz latiendo
en sus oídos,
recordó frases
cual dulce de un niño,
sonrío nuevamente
para sentirse feliz,
asomaba el alba
en el horizonte,
nuevo día se forjaba
para ponerse de pié.

Alucinaciones

Bocas ausentes de besos traidores, ansia cubierta de lodo, inmundicia y estiércol
fragancias nocturnas con olor a copas devoran mi mente en el imberbe sueño
traiciones que juegan a enlazar coloquios en bocas de horrores que todo destruyen
la impaciencia, la calma se alejan, presagio, me separo del tiempo, ni calma ni voz.
Aunque arde la impotencia parió una siembra que aterra mi alma de querer ir por más
me aferro a la almohada en llantos nocturnos que aturden mis letras casi sin sentir
y me vuelvo al hombre y me vuelvo al amigo y me vuelvo a todo, casi sin sentido
no entiendo la fiebre que arrasa memorias de días gastados… de noche infernal.
Me tomo esta copa cual Cristo en la cena, mi ultima angustia esta por comenzar
y busco el amigo, la vos del consuelo, el canto perdido no le puedo hallar
interrogan sus voces, me siento cual Cristo impotente y juzgado solo por amar
entonces la sombras arropan mentiras fraguan sus culpas en nidos de serpientes
se balancea la noche entre crudas condenas, donde los demonios vienen a cantar.
Me aterra mi llanto, me aturde mi risa, me miro las manos… vacías sin pan
me visto de noche, cual fantasma agonizo… este trágico malestar,
viene las bocas maldiciendo verdades, me afiebra la vida con la verdad
verdad que me hiere en golpes de injusticia, maldad que insolente fustiga al mirar.
Casi entiendo a aquellos que buscan en hierba el despegue de este mundo casi irreal
vuelvo a la vida entre lagrimas torcidas, por una mirada que nace al juzgar
me quedo ante ellos que de nada conocen la cruz que se carga, ya no se puede arrojar
el espejo devuelve figuras dementes de serpientes que giran para dañar más y mas.
Agonizo entre verdades de un beso dolido de un canto al amor
versifico el sonido de un grito de niño que me tuerce mi mano al querer volar
vuelvo a la hoguera donde madruga la oración de un tiempo sin ensayar
vuelvo a la comedia de seguir gravitando, mi paso, tu vida, mi amor y soñar…

Lagrimas Felinas

Siento al dueño de la sonrisa, más de corazón esquivo
vigila en noches de luna el sendero y los caminos
felino de andar rápido de amaneceres sin destino
llora en noches de fiebres amaneceres sin nido.
Será que el gato es dueño de mil calles
de arrebol y su sino.
Cuando el cauce se aprieta en noches de ladino
busco en sombras de hombres ese mirar felino,
que llora en mis versos triste un caminar sin abrigo,
me detengo cual nota de algún violín en gemido.
Escucho de quejas y llantos en maullidos nocturnos
entonces danza la musa buscando amaneceres florido
para regalarle a este gato un brillo de sol matutino
entregarle un canto distinto al pliegue de su camino
llora entonces la musa transitando deberes
desconociendo forma de volver a ser útil
la pluma en su mudo ritual escucha y sigue su ritmo
se detiene en los tejados buscando al amigo perdido
encuentra madriguera sola, roto un Jazmín, un tendido
que deja la musa sirviendo a las letras sin destino
vaga entonces la lagrima de amaneceres continuo
donde yace olvidado un felino y su maullido.

Lagrimas de hija

Llego de mañana el dolor al nido
no prestó aliciente a los sentidos
me vi vacía, de manos impotentes
donde el aullido de mi loba
en mi interior gemía hiriente.
Dejé en manos de la vida tu voz
en mis sueños los recuerdos,
de enseñanzas, amaneceres gastados
de uniformes, delantales, el lavado.
Aprendí de niña de tu fuerza,
de tu gracia, de tu encanto
fui tu sombra de mi nacer a tu muerte
aprendí de ti la sabia, tu legado.
Seguí tu ejemplo desde niña
hasta el crecer y convertirme
mujer, hija, amiga, compañera,
poeta soñadora de quimeras.
Pero entre tantas cosas que me legas
no dejaste nada, para alejar de mi la pena
de un vacío que se aferra a mi entereza,
cual cobarde, pierdo aquí mis fuerzas
pierdo parte de un sueño que quisimos
pero el tiempo dictó que no sería,
me quede llorando tu partida,
el aullido no se acaba en este canto
no vienen tus nanas a besarme
refugio, en noches de pesadillas
Que difícil se me hace la partida,
que difícil escribir la poesía,
si me falta parte de mi carne,
si me llora el alma y la sangre.
Ay madre que difícil es tu ausencia
Ay madre nunca me enseñaste
entre toda esta altiva presencia,
entre azares de vida y creencias,
como borrar del lagrimar este llanto
como olvidar si vivimos tanto y tanto
madre…que de penas… me dejas en tu ausencia

Agonía

Enrede entre sus pasos y venganzas
mi corazón de hermana,
la serpiente danzo entre cadenas
que enrollaban mis manos y me ataban.
Dolorosas pruebas que desgataban,
tormentos y lágrimas febriles,
de conciencias abrumadas,
preguntas sin respuestas,
de esperanzas quizás muertas
en que algo al fin cambiara.
Desfilo la vida cual torbellino
entre mis manos y su garganta,
maléficamente brindaba agonía
la boca que de bien, no sabía.
La muerte danzo en mis cosas
la serpiente devoró lo que quiso,
entre sus ansias crudas de mal,
atrapó mis pobres pasos cansados
devoró mis lágrimas, con su risa
en tan solo un momento ,
vació cual torrente el camino avanzado
y el amor cual chispa desapareció
con la ultima lagrima,
que pidió perdón, sin haber herido,
que grito amor, sin haber sentido,
que lloró el adiós, sin haberse ido.
Tarde comprendí de maldad ajena.
Era noche para encender la luz
de un nuevo día… se alejaba,
con ese despliegue… la esperanza,
llevándose mis alegrías,
tarde lloré mi pena
tarde aprendí del mal
en tu obnubilante arrastre
aquel bien, que no llegué a conocer
fue el cáncer, mi exterminio
ya no recobré la fe
se la llevo en su serpenteante caminar
la misma fiera que robo mi dicha

viernes, 6 de mayo de 2011

Mi pluma en duelo, Gonzalo Rojas

"Queda la historia en las letras

queda muda una lágrima que te nombra

mi querido poeta amigo, mi hermano

mi maestro ahora el camino de soledad.

Avanzan lentos los aspirantes tu huella

deja que te cante con mis versos sentidos

deja nombrarte Gonzalo Rojas en mis latidos.

Deja por hoy día que la pluma te llore

Junto a las musas que viven el duelo

mañana volverá mi pluma a cantar como antes

mañana seguiré tu huella hasta encontrarnos

hasta encontrarnos en algún recodo de este camino…

jueves, 5 de mayo de 2011

Tan injustamente nombrados

Querido Tico como ya sabes estoy viajando por estas tierras tan lejana de la nuestra, pero mi querido amigo, con toda esa parlafernaria de una Europa prodigiosa, hoy vago por las calles entre los versos de Miguel Hernández, me parece escuchar su voz y “Las nanas de las cebollas”, flagela mi alma en cada paso de este día.
Arrojados a la calle sin abrigo, sin comida, los mal llamado, injustamente llamados “Los nadie”. La sorpresa me invade el corazón, la mente, entristezco, mis pasos se siembran de impotencia Tico, si vieras a José, aquel amigo que te conté de Revolucionarios por la paz, recorriendo la muchedumbre, hablando de situaciones adversas, tratando de conseguir la ayuda necesaria para mantener en pie el albergue para conseguir el milagro... esa impasibilidad del humano, cuando ausente está de su mesa la carencia.
Acá Tico la primavera muestra nuevo rostro, en las aceras de esta ciudad omnipotente …más yo he visto, conocido la oscuridad de los que no debieron nacer, a los que se les prohibe soñar, me hiere cada ves más…¡Los nadie!, tan cruelmente llamados, injustamente nombrados..los nadie. Enciendo las luces de mi conciencia, pero se me apaga el sol. Por todo el camino transitado desde mi Chile a mis hermanos les nombran Los Indigentes, Los Marginales, Los Pobres, Los Mal nacidos, Los Negros, Los Vagabundos, Los Desplazados, Los Desechados, Los Desarrapados, Los Muertos de hambre, Los Miserables, Los Parias..acá en esta tierra..”Los nadie”.
Con qué propiedad el ser bautiza a los que sufren la desventura de no tener, de no contar con un techo, con un abrigo para vivir, para soñar.
Quién puede adjudicarse la verdad mi querido amigo, acaso los presidentes, los ministros, los gobernantes, las clases sociales, las autoridades, los sacerdotes, las iglesias, los amantes de un Dios que olvidó sus hijos, que abandonó a su suerte, que despojó del amor a sus hermanos, que dejó que fuésemos “inteligentes”... la sonrisa brilla en mis labios.
Tico no puedo evitarlo, ¡inteligentes!, alguien puede nombrarme ¿que es la inteligencia?, dolor de voces que no saben del canto, que desconocen de humanidad, he visto más amor en un perro, que en los malamente llamados humanos.
…Mis versos se ahogan en mi llanto, el corazón se muere en el quebranto
…Mis hermanos, tan desafortunados, tan dejado de los sueños. Me pierdo en esta noche Tico y llueve aún a pesar de las flores, nace lluvia mi querido amigo, vago cual sombra en triste camino bajo un cielo de nubes negras, esperando el milagro que no viene, pero ellos, ya fueron arrojados a la calle, despojados de su hogar, los sueños, el dolor, la falta de amor de esta incomprendida humanidad, mi humanidad, tan estúpidamente bautizada, tan absurdamente nombrada.
… El dolor, registra ausencia del amor, llueve y los nadie viajan buscando el hogar, mi hogar, el regazo extendido, no detengo la lluvia que cae por mis pupilas, Tico la pena es muy grande para contenerla, mi corazón abierto, cual ruiseñor a la espina. mis hermanos, aquellos cristos buscando refugio…ese cobijo que alguien, en su arrogancia mermó. Vuelvo querido Tico con el alma desgarrada porque todo esa civilización de un mundo prospero no es nada más que una burda comedia y me doy cuenta que al igual que en mi querida Latinoamerica, los pobres, los de abajo, no tienen su lugar para el que nunca sintió el hambre golpear su vientre, para aquel que no sabe lo que es sentirse injustamente marcado por una sociedad que les llama injustamente, malamente, como quiere, y me siento paria, desarrapado, marginal, indigente, desplazado, desechable, miserable, nadie, nadie, de abajo, pordiosero de un verbo que no existe, de un Cristo que quedo tirado en el camino, con una cruz que decía amor, Tico la arrogancia del ser, del ser... me duele amigo mío esta oscura y triste realidad.
Mañana vuelve tu mal nacida amiga y hermana, con este nuevo y eterno dolor.

Ainathin


Posdata Tico hay una frase que no es mía pero la siento como mía y es: “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”.

viernes, 15 de abril de 2011

Derribando Fronteras

Canto a dos voces José Valcarce y Ainathin Whayra

La noche bautizo con aire, cantando en mi rostro,
melodía de mil cosas buenas, suavizaron el alma
una lágrima soslayo el silencio
en cada espacio que abarcase mi mirada.
Lágrimas vinieron bajando la montaña
borrando toda amarga bebida del alma
pasos antiguos que anidaron
corazones perdidos en su invierno.
Los ríos, la quietud, el tiempo
dulce sosiego de un trueque,
de aquel deseo ferviente,
al ruego, el mar, la tierra y la calma.
Nostalgias de ayer, convertidas en presente,
volvieron vida en mí, en ti, renací, volví a sentir
fue el canto del ave, el sueño de un alce
algo ocurrió en los ojos puestos en mí.
Torbellino del más puro aire de primavera,
invadió mi humilde carencia,
la vida se dio a regalarme un manojo de estrellas,
entre hojas de otoño, los signos, sus riquezas,
coloquios del tiempo al nuevo comienzo.
La unión de antepuestas sendas culturales,
al viaje, nueva esencia se inventaron,
cada paso germina el caminar de un sueño,
la hidalguía abierta, resolución del canto,
dos corazones sembrando memorias en sus diarios,
en hojas de alerces, el verde del bosque y el lago,
esencia de su acercamiento a otrora nuevo pacto,
palabras en Gaia esculpidas en barro,
conseguir así alafia de tierra unida,
sellando con versos la marca del amor.



jueves, 14 de abril de 2011

Fuegos

Canto a dos voces Ainathin y Lukas Verdisolani

Mustios horizontes vástagos,
de promesas burdas, de mentes sórdidas,
ensueños turbios, corazones náufragos
de dolientes voces…
que naufragaron en ríos malolientes,
ensañaron sus pasos en ambigüedades,
pasos vacíos, dedos sin siembra,
manos inservibles,
que destruyeron porvenires,
ensuciaron con su canto existencias.
Sombras malditas que parieron versos
con la necrosis de sus corazones inservibles,
destruyendo rosas, vidas calcinadas.
Pensamientos insanos…
como mal se expanden por mis versos,
por los de otros, entre falsedades,
llantos que claman entres ríos de sangres inconcientes,
…voces perdidas,
hambres de estómagos perdidos,
cielos sin estrellas, bocas sin sonrisas
promesas en dioses vacuos
me quedo perdido en la mirada, atónito
te quedas con el suspiro y la lágrima en tus ojos
frente al paso que da la guerra.

miércoles, 13 de abril de 2011

Póstumo

Ahora que las hojas emigran
mis pasos se duelen en el adiós
que no te quiero dar
pero que es necesario.
Ahora que el viento sopla
… su nuevo aliento
la rama se quebraja,
la hoja vuelve a la tierra
en su dolor marchito.
Ahora que la muerte viene a mi nido
lloran los arboles,
con la lagrima que no veras
el silencio posesiona su enclave.
Ahora veré la luz ocultarse
en las fatídicas sombras
para reposar las horas
de este, último suspiro


Dedicado a mis amigos de yahoo respuestas

Duelos

Tantos sueños que se elevaron en un te quiero,
para destruirse en una traición,
se quebró la voz de la ilusión,
Corrí hacia el bosque el mismo que me vio reír,
acogió mi duelo… el de perder.
Corrí como bestia herida buscando el tormento,
el cansancio, el dolor físico,
que acallara el dolor naciente en mi interior,
Pero nada me salvo de este nuevo dolor,
debí negarme a los sueños,
corrí el riesgo y allí estaba cual fiera herida
lamiendo entre gemidos esta nueva herida.
El grito volvió tu nombre a mis ser,
mi alarido recorrió el bosque de ayer,
se silenciaron las aves, vistieron mi duelo
al mezclarse mi puño en el golpe a tierra
sembrando en ella toda esta impotencia.
Despertaba cual marca maldita
cargaba este desconsuelo
la hoja de eucalipto acarició mis lágrimas,
abrazada al tronco del Alerce morí en tu nombre,
mezcle el caudal de mis ojos con el del río,
desvarié cual animal herido,
cual sombra torture mis sentidos,
recordé ese beso y tantas promesas,
que mi corazón creyera,
cual chico en su inocencia,
regué la tierra con mi dolencia,
y oculte mi rostro entre las hiervas,
susurre tu nombre en el mío,
fue tarde… porque ya me había perdido.

Tiempos de dolor

Tiempo escondida entre las hojas,
los árboles ocultaron mi rostro,
el río borro mis huellas,
el lobo custodio mi sombra,
las aves entregaron sus trinos,
el silencio fue mi canto.
Nada decía que las ilusiones
serían mi tormento del hoy.
Tantas veces negué mi camino al amor,
tantas veces serré mi nombre
a la oscuridad completa,
borre mi rostro para que no me hallases,
sin embargo el cazador encontró
mi huellas escondidas en el lecho del río,
silencioso cual ladrón al acecho,
sello mi vuelo con jaula de oro,
pareció que el sol brillaba
en ese lugar sin sol.
Pero la tormenta arrecio barrotes
mi vuelo se despedazo,
ya no vino el sol a mi regazo,
fruto castigo para mi sueño,
ese que ahora yacía muerto
entre adoquines falsos
de amargas hieles construidas.
Me quede sola en un vergel
seco, donde se juega,
a mentir sentimientos eternos,
nada sabía de esta vil mentira,
nunca se me enseño a llorar
este desamor sin nombres,
como entender carencias,
desde mis manos plenas,
como olvidar la magia
que sembraran sus besos.
Como volver a nacer después de la muerte
si puede llamarse muerte,
al dolor de ser y no ser sintiendo
muriendo en compromiso
con un sol que se ha perdido,
los sellos del paraíso
acaso si existieron,
acaso ahora existo yo.

Juego macabro

Conmigo en la sombra de mi sangre viaja
Juega y disfruta la tortura de un cuerpo agotado
de dolores se viste ante angustiosa mirada
que ruega por ella en horas de inferno.
Se pierde en instante que me siento libre
sueñan los versos a vivir amando
vuelve fiera, dolorosa mas cruenta
cable a tierra desciendo bajo del cielo.
Las nubes se agolpan pidiendo consuelo,
escapan las musas ante febriles palabras
los versos de amor arropan tormenta.
la genialidad se me muere entre secos sonetos.
Los alaridos del lobo que aprestan sendero
que se sabe perdido, frente a ella debato
me deja nuevamente para volver a los sueños
a la pluma, a mi reino de nunca jamás.

Quizás mañana cuando vuelva, ya no quiera jugar
quizás mañana cuando vuelva, ya no quiera despertar…

Adios a Jecar Neghme

Compañeros aunque yo caiga
la lucha no se detiene,
he de teñir la bandera con mi sangre,
estoy aquí alzando mi vuelo…
¡Quiero gritar por la libertad de mi pueblo!
Pero se ahoga mi voz,
entre sudor, sangre y lágrima.
Yace mi pecho a luz abierto
Rebelde es aún cuando muero
…Mis manos ya no se alzaran
pero bajo la tierra estaré gritando
semilla indómita para el tiempo futuro
¡Quiero gritar por la libertad de mi pueblo!
Pero se ahoga mi voz,
entre sudor sangre y lagrima.
Aquí junto a la tierra que me dio el nacer
junto a ella me quedo,
pero claro esta, que mi lucha no morirá jamás
no callaran mi voz ni siquiera con esta bala
aquel que pretendió cegarla
aumenta la furia en este dolor,
mil manos corren hoy con mi bandera
y mi lucha se propaga por donde quiera,
¡Quiero gritar por la libertad de mi pueblo!
pero se ahoga mi voz
entre sudor sangre y lagrima,
¡He de luchar por la libertad de mi pueblo!
pero no me responde al mandato mi cuerpo
¡He de luchar por la libertad de mi pueblo!
Aún ahora que ya he muerto.

Abriendo al amor

Dicen que los sueños
se han llevado a mi poeta
a mi musa bajo un cedro,
un mago le ha hechizado
por mas que busco la salida
me enredo en sentimientos
y aunque quiera escapar,
ya no puedo, no puedo
me he dormido
entre sus brazos aún sin verlo
he sentido el roce de sus labios sin tenerlo
es que la magia me ha llevado
por laberintos añorados.

II
Mis noches ya se visten
de primaveras y soles
el otoño se lleva lagrimas de recuerdos añejos
donde mis manos ya no tocan el dolor
donde mis ojos ya no lloran
donde mis labios sonríen.
Te busque entre las hojas de los naranjos
en cada rivera y sus flores
hable con la montaña para saber de ti
sin saberlo ya estabas en mi sombra
siguiendo mi camino, caminando a mi lado.

III
Cuando tu vos toco mis oídos
perdí el horizonte, mis pasos se detuvieron
para sentir tu canto, el sonido de tu voz
arrullo mis penas, me hizo esclava,
me hizo libre, me volvió sueño,
realidades y ya la risa
anido sus sales
estableció el mandato
para la alegría
para el tiempo nuevo
libre de traiciones
de metáforas amargas
viniste y en mis ojos tu sonrisa
encallo en mis sentimientos
para robarme los sentidos
mi desplante, mi inusual ser
mi forma de ver
te detuviste aquí de frente,
ya no supe de mi
cuando tus ojos,
cuando tus labios
me invitaron a perderme
para encontrarme
para vivir entre sonetos
que solo derramaron
la palabra amor
es que me perdí
en el sonido de un te amo
me encontré
en el universo de tus labios
el temblor recorrió mi sangre
tu sonrisa, tu mirar
tu boca, tu pelo
tu, siempre tu ,
para vivirte, para soñarte
para sentirte y regalarme
en ese te amo, en un te quiero
viniste para llevarme.
IV
Te allego a mis recuerdos
al sentirte, vuelvo a mi,
desecho las soledades,
siento que no hacen falta.
De tan solo recordarte
me vuelven al oído tus palabras,
siento tus manos recorrer mi cara,
anida en mi centro la alegría,
mi boca recoge tus suaves besos.
Cuando te pienso,
me quedo en tu regazo,
saboreando el placer de tenerte,
de perderme en ese mirar tuyo,
en tu sonrisa, en tus manos,
en tu vida, que es la mía,
en mi sueño te alcanzo.
Te recupero, si te pienso,
a tu sentir, mi sentir entrego,
entonces ya toda tuya
dejo correr los elementos,
del ser para el ser,
donde ya no soy si tu no estas,
amado mío mi principio,
amado mío mi final.

lunes, 4 de abril de 2011

Vacíos

Duele el encuentro que no se da,
los labios muerden espacios con tu nombre,
se me van los días buscando tu sonrisa,
y se marchita en mi jardín la primavera.
Es que todo es tan difícil cuando no estas,
que extraño el tiempo sin tus palabras,
los vacíos que siembra esta soledad.
Mi llanto son ríos, que inundan mis recuerdos,
es que todo sabe a ti, y trato de huir de tu presencia
y es como quedar sin aire.
Me doy cuenta que te necesito cada día más
saber que estás, aunque no seas para mi,
necesito tanto besar tu imagen apartada,
que igual huyo por paredes sin sombras,
que me dicen que hoy no estas.
Mis manos entonces navegan buscando
un exilio, que solo daña mi mente corazón y alma,
es que todo, todo me sabe a tí
cual ave en jaula que no sabe donde ir,
me quedo en este tiempo buscando
entre e sol y la luna tu voz, tan solo tu voz,
diciendo que me amas
y sé que nunca serás mío.
Sueño entonces amado mío
con el beso que no vendrá,
con el aire que respira tu libertad,
mi prisión, mi jaula, mi soledad,
duele el encuentro, en el que no estas.

Elucubrando en la noche

Hay tantas interrogantes que no se como responder, hay tanto cariño que no se como agradecer, hay tanto…
Por eso en mi pecho tengo cajita en la cual guardo los tesoros preciados y en ella he ido guardando cada amigo, cada gesto, cada flor, el sonido del viento, las hojas de los árboles, el canto de las aves, la sonrisa de un niño, la claridad del agua, los mas hermosos versos creados por el hombre, un suspiro, una lágrima, más de algún ocaso, mi admiración por mis pequeños y grandes amigos poetas, por la genialidad de sus versos, por el amor que conlleva escribir. He guardado en esta cajita, que como podrán ver es mágica, ya que no posee fondo, cada palabra obsequiada a mi ser.
Que de cosas amigos míos he guardado, un beso por allí robado, el primero recibido, la primera entrega entre sábanas blancas, la noche y sus sueños.
Creo que hasta me olvido de todo lo que acumulo, pero me he dado cuenta que no solo mi corazón guarda, hay alguien más que guarda dentro de mí, que guarda las lágrimas de mis hermanos, la mirada del hambre, la traición, la humillación de tu gente, el dolor de la muerte, el sufrimiento de las enfermedades, las guerras que se llevan tantos muertos inútilmente muertos como dijese Marco, el niño sin hogar, la madre que lo golpeó, aquel que robó lo material y la vida sin justificación, las drogas, noches de sexos sin amor, el vaso que nubla todo entendimiento, el espanto, el vagabundo que me miró, el grito del aborto, el dolor, el grito, de vivir sobreviviendo y se acumulan mis cascadas y me detengo y hago un aro en mis versos y grito en el bullicio de este mundo donde mi voz se queda sin eco y la fiebre me arrasa por ver las matanzas, la sangre que derraman mis manos, soy tan culpable que ya no me puedo mis culpas, es que mis versos no alcanzan para gritar ¡basta!, es que siento que pierdo esta mi única batalla.
Si me preguntas que siembro, te diré la esperanza de un mundo distinto, de un mundo ya en calma, donde el olvido sea el aroma de una nueva mañana, donde nazcan mis versos profundos como el agua, solo llamando a soñar que tu amas, solo esperando aquella nueva mañana y no me llames ilusa por amar con mas ganas, y no me digas tonta por valorar tus mañanas, y no me pidas que no te ame, porque no conozco otra palabra, simplemente deja
que te sueñe, que te cante, con estos versos que duelen, con compromiso de mi alma, con este caminar que sueña que vive, porque cada sentimiento solo son ecos de lo guardado en mi ser.
Es que son tantas las voces que se han guardado en mí, tantos que gritan que me mire, que cambie que es hoy, que es tarde, que es quizás la hora para tejer un nuevo mañana sin mentiras, sin trampas, sin odios, sin, sin quizás ya es hora que se duerma mi voz, buenas noches mi vida, buenas noches mi amor…