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martes, 15 de marzo de 2011

El encuentro

De noche junto a la ventana, juntaba sus manos y en silencio oraba por la paz del mundo, por la salud de su tata, por su amigo el Nacho que perdido estaba, contaba las estrellas desde su cama, hasta que rendida los ojos cerraba y venían los sueños de caballos alados y montaba en ellos para buscar al Nacho. Le preguntó a los gnomos verdes del bosque, a las pequeñas hadas azuladas del agua, despertó a los pájaros y los envió a buscarle, pero como cada noche Nacho no estaba. Le faltaba su risa, su porte, su talle, le faltaba el amigo que viniese a hablarle, le faltaba la florecilla silvestre, esa media anaranjada que siempre entre sus labios él mordisqueaba y pasaban los días de la escuela a las tareas que su madre le daba, quién a escondidas sus ojos miraba.

Miraba a Pedro su esposo y pensaba, quizás ya era tiempo de contar que pasaba. Quizás era tiempo de decir que el Nacho ya no volvería a jugar con ella, porque un Ángel vino a buscarle y ahora en el cielo viajaba con las estrellas.

A la madre le asustaba ver el silencio, en que Natalia se había encerrado, los ojos tristes, ya no reía, se veía cansada pese a que por las noches se dormía temprano, pero aún así costaba levantarla. Pensaba muy dentro de sí, que algo de noche pasaba, más su esposo la miraba con ternura y decía riendo que ella exageraba, pero presentimientos de madre le hacían temer, entonces en silencio casi musitaba rogando al ángel del Nacho que se la cuidara, que por nada del mundo su hija le faltara.

Como todas las noches Natalia viajaba, pero esta noche al llegar al bosque, vió al Nacho sentado junto al cedro mas alto, corrió hacia el, felices se abrazaron y viajaron con los fénix y jugaron y jugaron, la risa de Natalia encendía primaveras y por cada carcajada de florecillas nuevas se cubría la sabana de aquella tierra de estrellas..

Cuando su madre entró, al dormitorio esa mañana, la encontró vestida sobre la cama con su carita alegre y preparada, tomó la mochila y bajo cantando la madre buscó en las paredes del cuarto, algo distinto que hubiese provocado el milagro, de pronto, en el suelo una flor anaranjada, entrecerró sus ojos, balbuceó entre lágrimas, Nacho gracias, muchas gracias: Bajó a despedirla y la vió salir corriendo, era un día distinto lleno de esperanzas, Natalia volvía, ya no estaba cansada.

El Cuervo

Yo tuve un Cuervo por amigo,

que tantas veces sin sentido,

se allegó a mi ventana,

me narró historias,

hasta creo que a veces

sintió la mía necesaria,

sigilosamente la robó

para a otros contarla.

Hay de historias

que narraba

las tumbas, sus sueños,

del hombre, de su patria,

de la vida, de la muerte

en que de noche deambulaba.

Le escuché tantas veces

que mi hermano lo llamaba,

más se perdió camino

ya no escucho más su habla,

pero se que en algún nido

ha de crear sus graznidos,

mientras yo paro estos versos

comprometidos del alma.

Es que yo conocí a un Cuervo

que de historias, me contaba

es que llegue a quererle

y en su ausencia me hace falta,

porque cuando un hermano se pierde

huérfanos quedamos en la calzada.

Si alguien escucha sus cuentos

Si han visto por allí sus alas

digan que en su ausencia

cientos de musas escapan

por jardines silenciosos,

en busca de sus palabras.

Si alguien encuentra a mi hermano

dígan a este Cuervo querido

que más allá en otro nido

su hermana extraña sus graznidos.



Dedicado a mi amigo Crow de yahoo respuestas

miércoles, 2 de marzo de 2011

Indiferencia

He sentido el peso de tu desprecio
hiriéndome la piel
arañando cada pasó
cada gesto de mi ser
he sentido de noche el llanto
navegar por mi alma
con la denudes del látigo
de tus manos al tocarme
Y es que he esperado cometas
Iluminar mi cara
mas la vos de la inconsciencia
me ha tratado de ilusa
necia abandonada
es que he buscado paraísos
con estrellas azuladas
que solo me han gritado en el rostro
cuan absurdo es todo y nada.
Me he refugiado en las letras
buscando el cobijo a mis lagrimas
pero aquella voz que me endulza
de las letras se ha alejado
y la voz que fue mi consuelo
por mi pecho tan amado
solo es voz que me condena
cual verdugo al silencio
que hiere más que esta noche vacía
en que mis ojos no te encuentran
y he gritado tu nombre
cual plegaria ante un Cristo ya olvidado
y solo busco la muerte
en la soledad de mi cuarto
he abandonado banderas
versos y metáforas
solo busco el olvido
de mi pasar por tus lagrimas
solo busco el olvido
de mi imagen apartada
solo quiero llorar
en tus brazos un instante
luego deja que me aparte
de tu mirar en silencio
solo quiero entregarte
el verso y la metáfora
fruto de mis sueños
encadenada a mis tormentos
solo quiero que sepas
que tu amor fue mi refugio
para noches muy amargas
solo quiero que me dejes
llorar hasta apagar la llama
que permite que mi prosa
siga viviendo en la nada
solo quiero esta noche
antes que vaya a enterrarla
regalarte los últimos versos
de mi mente, corazón y karma
luego vela conmigo
la pluma, el verso y mi alma.

Tus palabras

Tus palabras hieren muchas veces,
cual flecha arrojada al firmamento,
tus palabras son dulces por momentos
en que a solas se regocija el tiempo,
pero hay otras en que el veneno
me sabría mas dulce que este alimento.
Tus palabras son solo risas
envueltas en voces de niños,
tus palabras me suenan a música
endulzadas por el viento,
incienso quizás de uno de mis sueños,
pero a solas, esa palabra
puede transformarse en verbo,
que produce alegría y muerte
de tan solo conocerlo.
pueden ser mi salvador
como también mi villano,
tu palabra suena a vida cuando en amor se reclama,
soneto en besos de noches afiebradas
donde fulguran las manos en elixir de dioses,
tus palabras son mis días como también mis noches.
Dulce coloquio de un sueño de esperar sin renombres,
tus palabras son mi asidero de vida
en momentos en que me hayo muerta.
tus palabras son solo sueños que teje mi mente enamorada,
cómplices furtivos de encuentros, mas allá de la imagen
donde se reúnen a solas, tan solo los que se aman.

La conciencia

Hay tantas voces que se anudan en mi garganta,
tantos gritos que no acallan en mi conciencia,
tantas manos desatadas buscando el sol,
tantas lágrimas vertidas en la ausencia de Dios,
pero me se culpable de gran parte de este crimen,
reconozco ser gestora de esta mala obra,
se me apaga en el último sueño mi voz.

Como decir que te amé
si jamás dije conocerte,
¿como vivir para ti?
si desconocí tu camino,
tu suerte, tu mal habida muerte,
desde el nacer hasta este tiempo
donde mis manos, el odio, la muerte
son el principal bocado, el sustento.

Una lágrima impotente muerde mis labios
en un grito que se atora en mi gesto,
es que al igual que ayer la impotencia
amarra mis manos desatadas,
acalla mi voz aun hablando,
para convertirme en cómplice
de tu desgracia,
de tu mal venida vida.
Y es tan poco lo que vale mi vida
para hacer algo,
para demandar tu risa,
en vez de llanto.
Basta tan poco
para regalarte vida…vida,
porque todos lo sueños
te han sido negados,
desde antes, del comienzo,
desde mis manos a tus manos,
el agua vierte extraño elixir
desde tu rostro marcado
por la dura tormenta,
por las voces que no hablaron,
por los gritos que no se dieron,
por mi falta de amor.
El llanto se queda para inundar mis ojos
duras culpas que ya los rezos
no podrán expiar jamás.