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jueves, 30 de mayo de 2019

Manifiesto

Cuantas veces me detengo para buscar la disculpa
que extirpe la culpa de mi ausencia, de mi falta.
Sé, con seguridad plena, que no es falta de amor este pecado,
no es falta de sentido, ni cariño, mi ausencia no es olvido,
porque aunque parezca ajena tantas veces de tus pasos y tus dichos
estoy más que nunca escuchando y sintiendo en mis latidos,
solo que a veces pareciera que mis ángeles se han dormido.
Busco en canto nuevo para saludarte, en un beso y darte abrigo,
más vienen holocaustos, precipicios con sus gritos,
me alejan de esta forma paralela a la existencia,
me derramo por la almohada en una lágrima sincera,
que baja por las escaleras hasta confundirse con la tierra,
porque cuando la muerte te asalta mis manos cual greda se quiebran.
No es omisión el amarte en este silencio que no responde tu canto,
que no te sigue los pasos, que no corta flores, que no pinta cielos.
No es ausencia el que me duerma buscando ese sueño que me traiga
la cosecha de una nueva vida, sin miedos, sin esquemas, libre de males,
libre de fronteras, libre de insomnios, libre de guerras, libre de olvido.
No, si no descuido que eres tierra, verbo, mi poema, mi canto no elegido,
mi dulce pan de mi existencia, mi motivo, mi caricia, mi silencio, mi condena,
mi agrio vino, mis manjares, mis turbias noches, los días triviales.
Es que no se cómo decirte que eres todo, que formas parte;
la importancia de tu sombra para cobijarme, ese silencio tuyo,
mi memoria, mi paisaje, mi dulce compañero, mi guitarra, mi soneto.
Es que ya no sé cómo cantarte, para sembrar y cosecharme en tus ardientes manos,
para decirte que soy la flama epitelial de tus volcanes.
Es que no se cómo cantarte para descifrarte como un antiguo escrito,
que este sentir arcano es algo poco conocido,
no existen palabras para nombrarte lo que digo,
que aunque enumere letras y busque el cobijo de tu abrigo,
en todas las caricias, aún creando abecedarios,
en mis besos y sus suspiros o toda esta verborrea
podrán contarte la verdad de este poema comprometido.

Lo que no te han dicho 2ª parte Manifiesto

Lo que el viento no te ha dicho cuando escarba tu pelo,
cuando sopla con mil voces silbando por los callejones,
en ese ir y venir, sobre ciudades y montañas,
son las plegarias que arrojo cada día en los misterios, por tu nombre.
Lo que la lluvia no te dice cuando acaricia tu rostro
Y apaga la sed de tu boca desierta, y la nutre.
Cuando ataca con violencia los techos de las casas,
esas lágrimas que arrasan, que torturan y abrazan.
Lo que la tierra no te dice cuando corres sin peligros,
besando tus pasos agiles cual momento íntimo,
mostrándote maravillas en colores y sonidos,
en la tibieza del encuentro de la hoja con el suelo.
Lo que ellos no te han dicho es como nace mi suspiro,
entre la tibia tarde en que te lloran mis sentidos,
abrazando noches en que no se encuentran los nidos,
ni el vuelo de los pájaros, ni los mares en sus ruidos
que claman por mis voces este silencio tuyo y mío.
Lo que todos ellos callan son los versos comprometidos
de esta aspirante a poeta que quiso cantarte en mil motivos,
tomando todas las formas en que se puede tejer el latido
de un verso que se enamora cada vez que abres tus ojos
envolviendo el tiempo en un quejido.
Cuando la rama se quiebra en ese placer que es tuyo y mío,
cuando se ahogan los gemidos en ese beso tan tuyo y mío,
lo que ellos no te dicen,
aun no ha nacido forma física que lo exprese, porque es un todo,
porque es un nada, más allá de lo conocido,
por que alberga la verdad de mi existencia
en ese sentir que sobrepasa las conciencias.
En este momento, en que me pierdo solo por haberte conocido,
podrán cantarme las flores y las aves desde sus nidos,
diré que solo existen cuando tu beso me presta asilo,
lo que ellos no te han dicho, lo que ellos no han mostrado,
es la vida engendrada de tus manos cual rocío,
del momento cautivante en que fuiste solo gemido.
Seguiré buscando entonces y orando de tiempo en tiempo
como sellar amado mío, este suspiro en un te amo
que declare universalmente mi corazón comprometido,
donde no aspaviente la metáfora, ni un llamado Cupido,
porque amores como el nuestro no se encuentran en camino,
es un verbo extraterrestre de un amanecer distinto,
este sentir perfecto y tan imperfectamente logrado,
que acusa razón sincera de esta hora sin premura,
donde solo existen tus ojos que alumbran la vía de mi destino.
Es que aun no sé cómo cantarte algo tan comprometido,
desde el agua que me nace en el centro de mis abismos
y arrebola mi consciente en un sentir tan permanente.
Vendré a escribir nuevamente y aun no sabré decirte
un te amo que te exprese tantos días, tantas noches,
tanta vida, tanta muerte, tanto sentir cotidiano,
tanta fiebre que dejo agotados versos en blancas sábanas
de una entrega , una palabra, cuanto encierra este te amo.





Las ruinas del amor

Voy a dejarte
suprimiéndome la risa
negando el ser, de ser.
De que valdría estar en dos
si la lluvia azota mis balcones
con esperanzas fallidas.
Para que seguir mintiendo
frente al sol que está brillando
ya no valen las palabras
cuando los gestos dicen tanto.
La verdad se agolpa
como polvo en mi ventana;
ya nada puede negarla.
Como esperar que el sol
alumbre eternamente,
si el agua de los ríos
no llena sus vertientes.
Ahora sé que el fin
puede venir temprano,
ahora sé que el sol
dejo paso al invierno,
Ahora sé que he perdido
un tiempo alegre
soñado contigo.



Lagrimas y Amapolas

Sembraba amapolas con sutil sonrisa
sus manos de seda acariciaban la tierra
cantaba reinaba cual luz de universo
maravillada reía mirando estos versos

“Sonríe princesa alada
sonríe princesa mía
¡Ay soneto de mi vida!
¡Ay soneto de alma mía!,
cuanto sueño reina mía
cuanto mi alma por ti porfía,
que he de tenerte algún día
besar tu boca hasta sentirte mía”.

Vino envidiosa la pálida blanca
de noche robaba los besos de su boca
de aquel bello ángel la vida ansiaba
sus suspiros de vida de a poco atrapaba.

Cantaba entre lágrimas el cándido joven
la hallo tendida entre bellos jazmines
ilusiones y amapolas fueron el nido
de aquel su último y tenue suspiro.


La mala muerte

Hoy se me niega el alma con estos versos
nacidos de mi odio, de mi tormentoso espanto
cuantos niños sacrificaremos en la ambición de unos pocos
como vengaremos de esta inútil muerte; nuestro pecado.

Acaso mi pluma puede dejar de llorar,
para ver el sol y las rosas floreciendo,
sin ahogar en un lagrimar mi impotente grito
que espera despertar a tu otro ser infinito.

Quiero que estalle tu voz, la mía, la de todos
y neguemos este falso credo para edificar un verso
donde la música sea la diferencia que puedan mostrar
los ojos de aquellos que hoy mueren en Siria.

No me digan que no grite, no me pidan que no odie
déjenme llorar como caudal de río
porque me aprieta el alma este vacío
de vivir en este mundo y sentirme en soledad.


La Cruz

Aún duele esta herida que no tiene sosiego,
que no cicatriza porque no te encuentro,
aun busco tus ojos en los míos,
aun sueño el recuentro, aún sigo camino
en la soledad que sembró el infierno.

Inocencia deshojada

El dolor me golpeo de frente a la cara
quebró mi alma cual espiga al viento,
cual lirio arrasado por manos cruentas
cual muerte degusto mis carozos.
No hubo aviso al golpe de mi suerte
me dejo tirada lamiendo mi sangre
herida, furiosa, esperando despertar
ansiando que todo mal sueño fuera.

Más la vida y sus tormentos
me han atado a sus cadenas
y he vagado por mi historia
cual si fuese un alma en pena.
Fue tan cruenta la herida
que parió de su desgarro el odio
condenándome a su stigma
lacerando mis ojos en su borrasca.

Vida, ya no puedo amarte como el ayer
no puedo confiar mi vida a la ventolera
no me consuela el canto de los jilgueros,
ni de mi amado Arrayan su sombra.
Es que esta espina que punza mi pecho
hiere con fuerza y desgarra
asila el sol a las sombras,
cubre el cielo de nubes negras.


Ya no vendrá la risa a anidar su boca,
ya no vendrá la risa a llenar la mía,
ya no danza mi musa alegre,
sus lágrimas son sus corceles.
Ya no vendrá el canto de las aves
a forjar nidos en su boca,
ni los ángeles sonreirán
en su coloquial mirada.
Ya no vendrá la inocente
a jugar en sus salones de princesa
ni las hadas correrán en sus balcones
los dragones de la realidad la esperan.







Grafiti

Yo estuve aquí,
como ustedes igual
me detuve a pensar
que podía escribir.
No quería ensuciar esta pared
con un garabato o una estupidez.
Lo cierto es que tendría que ser más,
algo que penetrará la fibra del ser
para detenerse a pensar…
Mas ahí fue que me di cuenta…
si no se detenía a pensar el hombre
después de verse entre tantas guerras,
si no detuvo su paso frente al niño con hambre,
si no estrenó su grito frente a tanta violencia,
si no se detuvo frente al animal extinto.
Como sería posible,
que yo una simple aprendiz de poeta
logrará hacerlo pensar
con lo que pudiera escribir.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Frontera de sangre y odio

Que poca fe me enciende el karma a esta hora
en que rosas negras empañan el azul cielo
cual golondrinas que escapan del invierno,
este hielo que penetra cada vez más el alma humana.
Que poca pasión enciende mi alma a esta hora
en que tus ojos desbordan al pantano de los miedos
mientras la vara arde cual espiga entre sangre y fuego
en la inercia del silencio del amor que va muriendo.
Se me agotan los momentos en la fragilidad humana
que sentencia entre gritos y espasmo tu destierro,
tu hambre de juegos, tus ojos cansados del llanto,
el paraíso perdido en la fauces del infierno.
Esta hora, en que solo las sombras de tus pisadas
recorren el pasillo de mi utópica quimera,
esta hora en que la soledad me abraza
dejando una marca; cual carmín en tu quijada.
Esta hora en que las hojas del árbol han caído,
Extendiendo su brazo de cruces inocentes,
barriendo la historia, la ciudad, sus contenidos,
irguiendo la noche en desaforadas mentes.
Esta hora, en que me asalta tu voz, tu vida,
tu sonrisa platinada que corroe de pesar mi febril llamada,
que agita mi pluma en una lágrima descontrolada
sintiendo la impotencia singlar sin esperanza.

Extasis

La noche con sus extravagantes mitos
me ahoga, me embriaga en su oscuro montaje
besos malolientes y bocas abiertas al alcohol
un Renault enturbia la quietud del paisaje.
Las venas se dilatan y las hormigas recorren mi brazo
las estrellas me sonríen y arrojan besos por doquier
un ángel platinado escribe versos locos, a mi lado
y me revolotean azules mariposas por los pies.
Lejos una sombra se levanta haciendo huir las mariposas
el ángel huye despavorido arrojando al suelo sus versos
viene por mí y siento la pesadez en mis piernas
el terror me invade, me subyuga por completo.
Un ladrón, lejos acecha buscando su nueva victima
no se acerca, lo asustan los demonios que danzan
sobre mi pecho agitado, ardiendo, asustado de mi estigma
sus risas cadavéricas y malignas me atormentan, me azotan.
Y sé qué hace mucho que no veo el brillo del sol,
el seno materno, los colores del arcoíris he olvidado
el abismo en el que estoy, no ceja, no cede, sin dios.
vacío tormento de mi depredador y soy yo…. soy yo…



Entre Penumbras

Bajo como cascada con su manto de penumbras
abrigando sus pies descalzos con sus sombras
llorando frente al último suspiro del sol
desgarrando un manto plateado con su voz
la frontera de los ángeles y sus pasos
en el dolor de la partida, en la furia del quebranto.
Se pregunto mil veces como aman las flores,
Lloraran los lobos el perder su madriguera
Absurdo y tonto sintió el cuestionamiento
Es que la noche le desgranaba el lagrimar
La soledad le dejaba entrar en una fiebre insana
Que le hacía recordar las noches de amor y lujuria
El beso, el abrazo, la herida del lecho vacío
La herida que aniquilaba con el paso de las sombras
Su garganta, su grito casi inhumano pidiendo
Exigiendo de la vida la clemencia de no perderlo
Los sueños, que borraban la luz que iluminara sus ojos
Esa luz que se iba con el día, con el amor, con el perdón
Que no daría, que no obtendría
Ya sabía que no podría reclamar sus alas
A la hora, en la hora…ya sabía. Las tinieblas ahogaron
su mañana.



En el tiempo

Cuando te pienso, mi jardín se llena de claveles y rosas
navegan por mi cuerpo un redil de mariposas,
vuelvo a la vida entre copas de ilusiones
se abarrotan en mi mente un sinfín de canciones.

Cuando te añoro, la ausencia en mi piel se hace carne
la nostalgia de tus besos se agolpan en mi boca
me nacen incertezas, afiebran mis debilidades,
un frío en mis brazos clamando urgente tu abrigo.

Cuando te amo las noches se hacen cortas
sabanas que afiebran en una danza vertiginosa
un beso un suspiro el hambre de una entrega
el roce de dos cuerpos confinándose a la gloria.


En el pozo del abandono

El grito me ha buscado desde tus manos,
silencio me ha seguido tras mi rastro.
Pero mis ojos, los tuyos, los del otro
solo se han desorbitado cada diario paso
con este ir y venir en pos del sustento,
este dolor de sentir, que vivimos el infierno.
La sangre de tantos inocentes ensucia el camino
que transitarán nuestros trancos futuros,
pero no logro detenerte, detenernos,
no consigo que te alcancen mis ruegos,
me quiebro entonces cual junco al viento,
sintiéndome impotente en este andar de locos.
Quizás mañana cuando ya no me encuentre,
cuando la dura verdad no abrigue el frío,
cuando no exista refugio para los que hoy no se tocaron,
entiendas que esta plaga nos dañaría a todos
comprendas que el viento será tormenta,
que el agua en tu boca reseca solo será polvo.
Quizás comprendas cuando la ultima hoja
de mi hermano caiga muerta en la plateada vereda
que no queda sombra para aplacar tu tristeza.
Llorarás o ya no importa lo que sientas
solo sé que otras voces, otras mentes,
serán las que asuman nuestro pecado
nuestra vileza, nuestra precaria condición
Cuando llegue ese día, quizás ya no estés,
mis ojos estarán cubiertos por la tierra del vacío
pero en tu sangre futurista estará el lazo
el lamento un juicio de lo que hoy quemamos.
…Mis ojos, por ver el vuelo de la mariposa
mis manos, por sentir el agua transparente
mis pies, por un océano limpio de nuestras miserias
mi alma, por volver a ver reinar a mi hermano Alerce
mi corazón, para pintar de verde la sequedad del terreno
mis lagrimas, para convertirlas en vertientes
mis sueños, para despertar al ausente
mi voz, para remecer tu silencio
Mi grito…mi canto…mi amor…para nuestra consabida muerte…


El viaje

Ella se desvivía por quebrar la rama
que asomaba sombras hacia su alma,
a solas lloraba la cruenta partida
para la que nunca estuvo preparada.
Escribía a diario todo, todo lo que lo amaba
Aunaba las últimas fechas para pasarlas
mas le ahogaban su pecho, la desgarraban.
Entre tormentas sembraba calma
le dejaba flores en un manifiesto
lleno de besos y caricias varias,
siempre en guardia sin dejar su puesto..
Cual centinela esperaba la sombra
que suavemente el amor le arrebataba.
Pintaba el sol tan solo para él, cada mañana
tras bella sonrisa refugiaba sus lágrimas.
Lo vio sumirse en su último sueño
cual niño agotado de sus juegos diarios,
beso suavemente uno a uno, sus ojos,
confesó al oído todo el amor que guardaba
ordeno las cosas y le preparo su barca.



El cajón de los sueños

La noche viaja en sus estrellas,
dagas que avanzan en una marcha de pan,
juguetes que corren ente hadas y princesas,
en el centro un ángel abre sus alas en par.
La música entra por pequeñas rendijas
dejando la sombra de una magia sin igual,
abajo las flores compran suspiros,
para alimentarse de un invierno fugaz.
Un circulo de elefantes juegan a la ronda
mientras una serpiente baila en las sombras,
el rayo se quiebra dejando una estela,
transitan mariposas en un mito temporal.
Un gato de rosa vestido se ufana de su cola colgar,
una ballena despliega sus alas en un vuelo mortal
el muñeco que camina le regala su sonrisa colosal,
pinta arco iris con sus dedos en un arrebato jovial.
El canto de los peces y sirenas que vuelan
parecen diluirse en la bruma de las sombras,
es la noche posesionándose de toda su alma
dejando al infante sonriente descansar.





El Angel

Anunciaba sonriente la nueva mañana
con su canto pleno de alegría
depositaba versos en las mejillas
cual niño besando a escondidas,
Ella reía con voz de viento,
dejando en la casa el aroma a sustento.
Cantaba con fiestas en la garganta,
musitaba mil cuentos en sus palabras
no sabía de odios, masacres sucias,
egocentrismo, palabras malas.
Ella danzaba en el jardín o entre la arena
junto a príncipes y mujeres aladas…
Ella vivía debajo de un sueño
Y cada día al despertar el alba
desplegaba con bríos, majestuosas alas,
sembrando la brisa con sus carcajadas.

martes, 28 de mayo de 2019

Doblegare el silencio

Silenciare el alba en cada gemido de la nostalgia
caminaré sobre las rosas muertas para volver al olvido,
pero retendré tu nombre, parte de algún destino,
en las distancias y las sombras que se atreven a darte abrigo.
La acera de tus marchas, se cubrirá con miles de lágrimas,
nacerá un nuevo destino que narrará tu historia,
que huele a rozas de invierno, en los ojos de tu madre,
que duele a espinas del alma, en el sentir de un padre.
Tanto dolor no podre esgrimirlo como la bala ruin,
tanto pesar, cubrirá mis ojos de luces apagadas,
que esperan nacer en el silencio de tu mirada.
Esa soledad impía que trunco un sendero,
los cantos nuevos, los hijos, tu bandera,
la insania incierta que vaga en el tumulto,
una locura cruenta, de una maraña absurda,
tu voz perdida en la plenitud de tus años
de tus cantos, de tus ojos, de tus sueños, tu vida…
Yo quisiera cantarte como la madre al hijo,
yo quisiera llorarte como la amarga savia,
pero te revivo en la voz del que aún canta,
que camina en tu surco, que sigue tus pasos,
donde la danza de la tinta estampará tu nombre
como tantos nombres que pintan la esperanza
de un nuevo mañana, un nuevo mundo.


Del tiempo

De pronto obnubilo el tiempo, retrocedió los pasos
el canto se enmudeció entre nubes grises,
pasos que trocaron la metáfora por gritos de auxilios
aquellas voces navegaron en la fragua de un volcán
que agudizo la plaga sembrada por las sucias manos
de un vacío que invadió los hombres, el puerto y ya nada.
Extendió su manto fúnebre la oscuridad inmensa
volvieron a sus cruces, a sus rezos, a sus manos,
pero el hambre nueva ya tragaba todo
era tarde para volverse al cielo,
tarde para buscar siquiera un consuelo
La vida, la vida, se fundía como hoja de papel al fuego.



Déjame Volar

Padre, acaso no viste en sus ojos, coloquio del cielo,
furtivo robo, que atrapo mis sueños en el pecho.
Padre, acaso no escuchaste, canto de aves en su boca
cuya canción me atormenta y me provoca..
Si el incienso, aroma intenso perfumo su carne
y negra cascada bajo por su cabeza,
resaltando el claro de su piel,
cuyo porte flaqueo mi entereza.
No pidas padre hoy, que no me niegue a la vida
no pidas, qué no descienda,
en busca del beso postrero que postergo mis días
nublando de rozas negras la caricia perdida.
Acaso se puede existir, para vivir sin amor
acaso se puede reír, cuando se esfuman los sentidos.
Si ya derrame todas las lágrimas de mi ser,
si ya deje tras de mí el calor de un beso que se fue.
No has de juzgarme, por buscar en el caminar,
este último aliento, que allane el sueño profundo,
sin lágrimas, con alegría en este último canto
que despojo las rosas de mi ventanal.
No, no has de juzgarme por querer romper el silencio
de este vacío inmenso que me dejo la partida.
No, no has de juzgarme cuando corte el hilo
que me mantiene lejos de su ultimo lecho.
Déjame buscar el amor que he perdido
fruto de tantas risas, días de encanto.
No has de llorar ahora, no, no tiene sentido
si ya muerta me hallaba en este camino.
Solo deja que hoy me abrace a él, en mi última alafia
con aquel abrazo infinito de ansias, de sentimientos
para sentirme toda suya y al fin encontrar sustento
en los márgenes finitos, de este nuevo universo.




Complice


El silencio de la voz es la impavidez de mi grito tempestuoso
se me hace que la invalides es la demora de mi paso riguroso,
se me hace que el tiempo solo es una metáfora de la vida,
en que juega el estupor la avaricia y la envidia.
Entre estos laureles aun se manejan arlequines,
el prodigio de una fe que me embadurna en mentiras
en un sueño inexistente para la inocencia
la mano del villano que corrompe al nacer la conciencia.
Las bestias se comen los arboles para edificar el concreto,
se dice que el culpable tiene símbolos escritos en papeles verdes
más yo sé, que también soy culpable de este crimen en secreto
de iniquidad, me acuso de inoperancia cuando no vele por mantenerte en pie
sé, que de noche errabunda el grito tormentoso de un ángel que nadie ve.
Cristo que se crucifica cada año para satisfacer una inexistencia de ser
todo se vende entre el estupor de unos pocos y la pasividad de miles
en mis letras viaja un grito iracundo que muere en los brazos de mi musa
en sangramiento impotente, tinta, verso que imprime la pluma.
Corazón marchito en la quietud de una rama quebrada
dolor de tantas guerras que solo dañan la quietud de un beso nacido del alma.



Claudicar

He amado aquellos que han nacido para sembrar esperanzas
he maldecido con el corazón apretado a todos esos
que viven tan solo para sembrar el mal,
con la amarga cosecha de la muerte.
Me he enternecido con el canto del ave,
con el azul cielo cuando amanece el día.
He derramado lágrimas a raudales
al ver la absurda y tonta muerte
sembrada por las manos del hombre
Han sangrado mis oídos con la verborrea del silencio
de aquel que se ha hecho llamar bondadoso
desde mis pasos cansados, mis brazos caídos,
he recogido en la risa de un niño las fuerzas
Para rebelarme frente al imperio
que nos invade las mentes de falsas comedias.
De aquel que impera enviando sus ritos
para hacernos creer en un mañana incierto
me he quedado en las sombras
que me entrega mi hermano sauce a la orilla del río
Entonces he sentido que el camino es otro,
que aquel que nos impera en falsas pantallas
decoradas revistas y absurdos periódicos,
He visto de noche nacer las estrellas
sé que mis alas debo desplegarlas más allá de las palabras
Donde tan solo se quede el amor sin barreras,
no estúpidas cadenas, ni ostentosas banderas
Más allá donde claudican las guerras,
donde el niño sea libre, donde coma a manos llenas,
donde la vida sea otra, donde no se negocie la especie,
donde el vino se extraiga desde la uva colgando
Donde la vida sea otra, donde no llore la guerra,
donde no se case por deportes, donde no se nutra la muerte.
Donde seamos nosotros.

Besos de Alcohol

Si la voz que emite el vuelo de la luciérnaga
no cercena las luces que se ocultan entre tinieblas,
de que me sirve el vino, que segrega mi cordura,
si aparecen los demonios entre matinales nieblas.

He de apagar el sentido de una trastienda,
mitigando dolores que no son tan ciertos,
he de incendiar el sentir y la conciencia
para ver el foco de tus cantos muertos.

Entonces plagiare los besos del amado
para sobrevivir con la noción del llanto,
perderé la coherencia de este fruto,
perderé los pasos, la dicha y el encanto.

Cada copa me entrega luces que se esconden
ráfagas de sierpes que arropan mis temores,
la vida, su bailes y el coloquio se trasponen,
cada suspiro, me roba esta noche sin amores.

Heme aquí con el corazón destrozado
aplacando la adustez, sensatez y la mesura,
pretendiendo olvido a todo lo dañado
trago amargo sella el beso de mi desventura.

Autocensura

La barrera, la mente, el acorde de un tiempo imperfecto,
candados y verjas encadenan el verbo, que quiere escapar
las sirenas aturden, atormenta la baya, no dejan volar,
nubes oscuras, tormenta que inquieta hacia la libertad.
Murallas de espinas, senderos de garras son amargas sombras
que anulan la mente, no permiten pensar, no dejan volar,
mutismo que llora voces en la garganta queriendo saltar
por sobre fronteras lejanas de guerras hacia la libertad.

Ausencia

Un vacío me llama desde el borde de mi cama
siento entonces un rio navegar por mis ojos,
cuyo caudal no se detiene, cae copioso,
y sé que extraño el peso de tu presencia,

Las sombras fugaces que siguen mis pasos
en el juego de las luces me hacen recordarte
añorar tus locuras, tus juegos vivaces
tu lealtad, tu compañía, tu cariño sincero.

A veces niña mía las grietas más profundas
son las que deja la ausencia, la partida
hay tanto por darte gracias, tanto que nos dejas
que siempre habrá un espacio donde reinará tu recuerdo

A proposito de Lilas

Suave silencioso
recorrió la ciudad
como un rayo
oculto la verdad.
Sangraron las calles
en el desconocimiento
se ablando la piedra
se derritió el cemento.
… Y …nada
La luz ya no volvió
pasos pisotearon
huesos calcinados
entre rostros sucios
por el maloliente
tiempo nuevo.
Surgía del fuego
una herida interminable
cuando el grito
Desgarro el silencio.