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miércoles, 22 de junio de 2011

Mascaras

Centenares tiempos de caracolas dormidas,
en rutilantes casas de alforjas vividas,
el silencio, mira como si fuese reloj de arena,
encubriendo las huellas del asesino de un tiempo.
Máscaras, son solo máscaras…
Vagando en la prisa de sus albricias desnudas,
cual fiebre de veneno, como el estiércol del gallinero,
marginando las sombras de aquellos sin nombre,
arrecian en coches palabras de muerte,
Escogiendo el destino de la sombras inertes,
solo por ser, solo por pensar.
La balacera destruye a los vestidos de verde,
sus hojas caen cual tormento del viento.
El ángel de rodillas solicita clemencia,
más mascaras que no saben de amor, no ven nada,
solo sombras que inerte destruyen sus vidas,
con vicios forjados en inmaduros cantaros.
La vida se ciega como azafrán de un bosque,
ella grita desnuda, entre llamas bate alas,
pero la nada esparce sombras por el suelo,
que inertes suplican caridad en silencio,
Se multiplican los rostros vacíos entre escombros,
malolientes los versos para Hades sustento,
la noche, la vida, le entrega sus muertos,
por demonios marcados por signos de oro,
viajan como máscaras entre las sombras,
llevando a la tumba sus tristes despojos.

La plenitud del ocaso

Fue preciso marchar hacia el ocaso?
no remuerde el sentimiento
de no dar la sangre en un intento por volver por volver…
…a ser parte de esa historia
esta historia oculta en la música
en la música que dan las aves,
las aves que vuelven al termino del invierno,
un invierno que fue eterno
en los sentimientos del adiós
del adiós que no pudimos dar.
La noche oscura vuelve sigue
debemos detenernos para que vuelva el sol,
ese sol que ha quemado grandes aspiraciones
aspiraciones y metas que alguna ves serían ciertas.
detenernos, hoy, quizás tarde, pero volver, volver…
con la fuerza de levantar
los troncos caídos de los grandes arboles,
volver con la vista abierta
dormir, dormir mirando
para que no me pillen otra vez en el ocaso
vivir aunque el cuerpo se nos rinda
seguir, seguir, …seguir

La hora

Cada palabra es un grito al vacío de las noches de los silencios;
gritos desaforados en voces que se extienden por sobre tumbas arreando más muertos
que los que han fabricado las guerras.
Voces que cantaron estrofas al amor,
pero que apagadas se quedan en un mutismo negro,
sí es que el negro es nada de la nada.
Voces que nacieron en un llanto que derrumbo apatías
y que hoy solo siembran llantos.
Voces que no se entienden, pero que navegan en este aire doliente con olor a carnes
quemadas, tras las lluvias que incendian lo que alguna vez,
alguna voz sembró para convertir en trigo.
Voces que se apagan en un tormento de respirar sin ser, de beber sin paladear.
Voces que ahuecan en cuencas vacías miradas que no existen.
Vacíos inexorables del ser que hubo, que fue, que será,
pero la nada va postergando entierros de hombres, mujeres, niños,
que regalaron risas en primaveras de flores que no subsistieron.
La hiel que derramaron los cielos cuando estallo la guerra.
La ultima o la primera que no dejaría nada para contar,
que no fueran restos calcinando bajo un sol rojo.
La sangre secando y bañando edificios que desaparecen
bajo el furor de sus rayos, un nido, quizás el último vestigio
de una civilización que se olvido de amar,
de reír, de sentir, pero que al final tampoco supo morir.

Imsomnio

Canto a dos Voces Cristian el Gato y Ainathin Whayra

Camina así en noches turbulentas
buscando entre cruces y flores
entre las sombras de los mausoleos
la piedad de un sueño eterno
que desnude lágrimas sin tormentos.
Entre arrecifes y mareas
mi corazón sangra sus abandonos
el dolor late en miles de poemas
que no hallarán poesía, ni metáforas
en lunas que crecen y se extinguen
en la cuenta sin cuenta del insomnio
Entonces arderá la noche
entre paisajes demenciales;
cuando soñé que tan solo eras
cuando viví para ser lo que fui
cuando empecé a morir
lo que ahora estoy muriendo.
Extraviado en el negro laberinto
cuyos muros solo atina a rozar
con dedos ciegos mi agonía…
veo entonces que la luna desgarra mis versos
que en la pluma, baten su duelo las musas
dejando en la calle de los espíritus
dos corazones ensangrentados.
Comprendo entonces que la soledad
ha cumplido su tarea
que siempre se regresa al sitio
en que nos duele la primera despedida…
que siempre se regresa justo a tiempo
para llorar la historia, de lo imposible
Yace mi corazón olvidado,
algún camino, de inexistente ilusión
esboza tiempo que todo era lucha,
alegría añejas persiguiendo mañanas
sabiendo que esperaba otra batalla
conociendo de frente la suya aflicción.
Aduciendo que apagaba cantos de mañanas
conociendo que dormía un sueño irreal
tiembla bajo el peso del tiempo que se ha ido
desgarra su tristeza la memoria del amor
que alejó para evitar que todo fuera una mentira
que dejo guardada en la gaveta de su velador.

Impotencia

¿Quién puede librar el mal,
cuando el llanto arremete
y anida en el alma sus besos?,
¿quién puede curar la herida
que flagela
con su aroma, ausencia?.
Acaso tu voz
viajará desde praderas
cruzando distancias
para destruir lo que tus manos forjó.
La última hoja de la esperanza
se envuelve en maleficencia.
gritos desesperados
sucumben en un jardín diezmado de ilusiones,
entonces mis ojos ven
lentamente como se muere el sol
aun encendido,
pero mi alma absorbe el veneno
de la oscuridad,
me envuelvo, me pierdo,
hasta que decidas
sacarme de allí.

El espejo en que no estas

Viniste con palabras melosas a engatusar mi corazón
necio de mi, que cayo en el juego y perdí la razón
no hubo nuevos soles en los que no estuvieras tu
ni paso nuevos por andar donde no caminaras tu.

Así cada día más y más enceguecía mi razón
cada día tras los sueños el sendero a mi perdición
pinte amaneceres con ilusiones y metas nuevas
me forje mil historias en el jardín de mis poemas.

Mas la noche me encontró llorando sin pudor
tras negras cartas que acusaron tu traición
heme aquí perdido vagando en el valle del dolor
sin capacidad, vacío esta el vaso de la ilusión.

Derramamos sin motivo el vino de la dicha
en la antesala de mi suerte… mi perdición
ya no volveré a sentir ni querer como te quería
ha perdido mi oído las notas de una canción.

Han empacado las maletas mis versos
vacío el espacio que me dejas en el adiós
muerto en vida me hallo sin convicción
sella mis labios con el beso de tu traición.

El canto del Pulihuantu

Fue cual susurrar del viento
la magia de aquel momento
el ensueño más efímero
sin embargo el más tierno
presentí cuando las notas
penetraron en mi mente
suspendiéndome en el aura
de la noche boreal
cada cuerda en movimiento
un transporte de lugar a lugar.
Fue el sonido de los vientos
el que me traslado
por senderos de otros tiempos
fue el golpe seco
quien mostro cuan airoso
pueden ser los truenos
sentí nostalgia
viví emociones de encontrarnos
con la gente, con el hombre
con la historia, con mi hermano
los sones y las voces
se fueron alejando
tras los versos regulares
del aspirante a poeta
que quiso narra concierto
ser portador de la ventura
del canto del Pulihuantu

Correspondencia

Canto a dos voces

El espíritu del silencio

I PARTE De Ainathin Whayra



Querido amigo, hace ya tiempo que he reenviado cada nota, cada papel que me has enviado, pero sigue latiendo la indiferencia en nuestra tierra, no he podido evitar esta mañana al leer tus letras, sentir el sabor amargo de la vida, de la raza, de la carne; y nace como imperiosa la necesidad de nombrarte, de abrazarte, de poderte decir, “mírate no vas solo, mira todas las manos que se extiende en pos de ti”, pero la realidad es otra y como siempre naufraga una ves más la barca de mis sueños y vuelvo al bosque, de ese que te hable cuando estuve contigo en España. Allí me refugio para llorar a solas el hambre, la muerte, las guerras, el silencio que nos imponen las mal llamadas conciencias y ya no encuentro al espíritu que tantas veces arrullara mi dolor, ya el Tordo canta melodía triste y siento que me voy aquí, ahora, bajo las garras de un mal nacido aire maloliente se me va la vida en pos de ti, de mis hermanos, de mis hijos, de mi sangre, que ya no ven la luz del sol y el frío navega con sombra de muerte este día y yo quiero viajar con el.
Querido amigo es que la impotencia es mas grande que mi ser, es que ya intente todo desde la vida para la vida, desgarré mi alma en poemas que dijeran todo lo que puede sangrar mi madre Gaia, todo lo que sufren mis hermanos, y el asco me golpeo a la cara, en cada imagen vista, las muertes en la guerra, la separación de mis hermanos por ideas absurdas, miré el apedreamiento de mi hermana porque alguien se atrevió a decir que era indigna, y mis lágrimas ya no solo cayeron a medida que sangraba, ardían en mi rostro como si quemaran y el estupor me derribo muchas veces cuando supe de la muerte de un niño, mientras alguien tomaba su foto, y me parió en las entrañas este tormento que habita desde el día que vi la cara de un bebe golpeado por su padre y me llene de miedo cuando violaron a un pequeño. Sabes, siento que me busca la muerte, la siento vagando a escondida tras mis pasos, quizás no sea mala idea amigo mío ceder a ella, ya he perdido todas mis luchas y me visto de impotencia esta mañana en que el frío me otorga nuevos muertos para agregar al itinerario de la vida.
El Alerce al cual me abrazaba en el bosque, quién siempre fue mi cómplice, mi amigo que a través del viento siempre entrego consuelo y nuevas fuerzas para salir al mañana. Hoy la nueva maderera lo ha cortado y mi bosque desaparece y con este simple pero terrible hecho, las fuerzas para seguir camino.
Me pierdo contigo mi hermano esta mañana, mis lágrimas naufragan con las tuyas, quizás en este último verso parido por el alma mis musas lleven mi cruz nueva a ese cementerio, donde quedan los rezagos de las almas olvidadas, te aseguro mi hermano que ya mi nombre no se oye, te aseguro que nadie recuerda que existo, porque a ti ya te olvidaron, solo queda este escrito; amargo testigo de nuestras vidas mal construida y cedo a la muerte la dicha de un beso, la palabra amor que no llegó a mis oídos, el paso cansado para defender a la tierra. Quizás los delfines extrañen que ya no lloro sus muertes, quizás el león extrañe mi sombra llorando su encierro, el exterminio de mis hermanos menores, quizás la tierra me acoja para convertirme en semilla de un próximo reencuentro… cuando la vida quiera volver vivir.
Mi hermano, entrego la vida que tanto defendí, aquella que no pudo ser como esos arlequines que caminan sin sombra en este mundo de ausencias, y mi sangre baja hasta la flama de los volcanes, pidiendo, clamando por el olvido, por la muerte. Ya veo mi hermano que vienen por mi, el duelo del pájaro será el único que escuche, porque los otros están preocupados de sobrevivir y ya no les importa cómo, no les importa mi voz, ni la tuya, ni la de ellos, cierro mis ojos hoy, me quedo en tus versos dolientes y siento tu canto de amor luchando, yo he perdido la guerra por el amor y ya vienen por mi, las letras que parí me ayudan hoy a morir. No me llores mi hermano, amigo que de todas formas mi versos y mi alma seguirán contigo, sufriendo hasta el día que tus ojos en los míos se sellen, mañana el fénix renueva su vuelo, y en tu amor se renueve las fuerzas para detener un mañana nefasto, para sorprendernos con el nuevo canto en una simple plegaria que alguna ves alguien quiso compartir, quizás el Fénix mañana logre una nueva revancha y vengue las muertes de este día, me quedo en un beso que alguna vez musitó algo parecido al amor, me quedo en el verde que aun me queda, vuelvo a la tierra en sombra de ausencias. Amado hermano, amado amigo, amado ya no sigo, la muerte ha llegado y yo no quiero quitarle el camino le extiendo mi mano se ríe victoriosa, sabe de mi derrota, sabe de mis sueños, sabe de…el día, las nubes, un cielo brilla a la sombra de la luna, ¿sabrás hermano que yo me voy?, ¿me extrañarás mi amigo?, ¿seguirás por mi?, ya no siento el miedo a mis pasos , ya no escucho, ni siento la soledad, veo el bosque allá lleno de vida, el hombre nuevo, la vida reflejada en una gota de agua, se ve maravillosa…
SILENCIO Y LUZ._ “Amado amigo, existe el mundo primavera, existe... la vida … el
Alerce, mi Alerce camina y yo camino con él”



El espíritu de la palabra


II PARTE De Cristian El Gato


He recibido tu carta, hermana, poeta, amiga, y me atrevo a escribir una respuesta sabiendo que ya no podrás leerla, al menos allá, donde solía saberte como una de las justificaciones de este mundo… al menos ahora, en que has debido acompañar en su destino a tantos seres de cuantos amas.

Respondo, hermana, sabiendo que confiaste en mí hasta el final, que aún confías en mí, y te digo que el final aún está lejano, que la justicia aún tiene mucho que decir y que, como don humano, ninguna palabra pronunciada en nombre de nuestra Madre, Gêa y sus hijos más indefensos, ha sido ni será pronunciada en vano. Me duele el sacrificio de tu sangre sumado al sacrificio de tantos seres que lo único que piden de la creación es existir en paz, que lo único que buscan, igual que tú y yo entre los hombres, hermana mía, es preservar y transmitir la vida.

Has luchado bien, hermana, has transmitido mi corazón, aunado el tuyo propio y nada más te pido… nada más era el deber de nuestra fe en la palabra al que tú, en tu bondad, agregaste la entrega de tu vida. Te toca descansar y dejarnos a los que quedamos la tarea de seguir tu ejemplo, de relevarte en esta carga, de abrirle los ojos a quienes viven en la ceguera de servir a la injusticia y la destrucción, sin darse cuenta de que un día, cuando ya no sean necesarios para ellas, serán sus últimas víctimas. Has luchado bien por la vida, por el bocado para los que carecen de un pan, por la existencia de todo aquello que no merece ser sumido en la inexistencia. La necesidad es rebelde y sabrá arrebatar lo que le es negado; la naturaleza es justa y sabrá cobrarle un día a quien le debe. No te angusties, hermana, que seguiré nuestra lucha, para lograr por medios pacíficos que el ajuste de cuentas no derrame sangre inocente o incluso, si es posible, ninguna sangre.

No me gusta llorar, pero cuando una mujer como tú llora, personas como yo tenemos derecho a hacerlo sin rubor, sabiendo que también es necesario y que, después de llorar, habrá una tarea que cumplir en honor de tus lágrimas y de las mías, en honor de tu sangre arrebatada y de la mía que aún corre por mis venas exigiendo que sume a los que de los hombres se quieran reconocer mis hermanos… A lo mejor la esperanza del mundo entero está pendiente de un canto de delfines, del vuelo de un cóndor, del vaivén de las ramas de nuestro bosque mecidas por el viento, de las palabras de un poeta… del eco que todo eso consiga resonar en el alma de un pueblo, de los pueblos que, sin ello, no tendrán corazón para latir por un futuro.

La palabra nos ha sido dada, hermana, tenemos el poder de hablar con todos los seres. Tal vez es parte de la inmensa Palabra del Cosmos incluso el goteo de tu sangre, inocente entre las inocentes, incluso la caída de los cinco mil años de tu alerce y la última súplica, casi silenciosa, de quienes mueren de hambre y la mirada indiferente de quienes los dejan morir, de quienes derriban y matan sin miramientos, por demencia o por dinero –por estupidez, a fin de cuentas– el futuro de todos, sin darse cuenta de que hablar de todos les incluye. Tal vez todo esto sea necesario para que los que quedamos alcemos la frente y nuestra palabra cobre la fuerza de todo aquello cuya alma se le sume, y nuestra palabra se parezca, cada vez más, a la Palabra de cuyo amor proviene nuestro reclamo.

Yo también estoy cansado… Ahora, al saber de tu destino, la rabia me pide vociferar y el rencor me exige una venganza, pero justo ahora y por eso, entiendo que debo descansar y recordar que el amor, como tú y yo lo defendimos siempre, es la fuerza más grande del Universo. Hermana, compañera, te toca mirar a ti, te toca esperarme a ti y yo no sé cuándo podré seguirte, pero no te angusties, allá donde hoy estés, No he olvidado tus enseñanzas ni tu valor ni los sueños que compartimos, no olvidaré nunca que lo que no pueda lograr el amor no podrán lograrlo la destrucción y el odio. Sé que ganaremos, tenemos la justicia y el amor de nuestro lado y, para proclamarlos, tenemos la palabra, cada vez más fortalecida por el alma de nuestros muertos.

Yo también estoy cansado, hermana, amiga, maestra, y es noche. Ahora finalizo esta carta y voy a descansar, a estar un rato a tu lado para conversar contigo y abrazarte. Para mí hay un mañana en que deberé proseguir la tarea que nos unió siempre, la tarea amada que nos mantendrá unidos hasta el último de mis momentos en el mundo, que nos seguirá uniendo una eternidad después de ese último momento. Para mí hay un mañana, hermana, y descansa: te prometo dar mi vida por que haya un mañana para todos.
Te extraño.

jueves, 16 de junio de 2011

Mentiras para un beso

Cuantas mentiras fragua un beso
que en ruleta dio juego de amar,
cuantos pasos mi vida a de quebrar,
para no llorar el vacio de esta soledad,
que aun teniendo no siento,
que aun viviendo no vivo,
que aun muriendo no muero.
Los pasos deambulan en rostros
vacios de marionetas que tejen
rutinas sin sentidos,
vacuos pasajes de amores no correspondidos.
Llorare hasta perderme en la inequidad de tus labios,
entregare mi cuerpo cual sucio hambre sin reparo,
moriré cada día a tu resguardo,
porque ya no importa el día,
porque ya mataste ilusiones,
cual alacrán tu amor inyecto veneno,
destejió las redes que se crearon en comienzos
cuando los sueños agolpaban mi alma.
el agua ya no corre en riachuelos
se agolpa cual cascada presionado pecho,
impotente la vista atrás…
cuando jure, cuando reí, cuando…te ame
porque te ame…
en un comienzo cuando cual pequeño
daba los primeros pasos en este sueño
que trucaste en pesadilla,
la vida germino cruces
y yo me quede esperando,
esperando por tu beso,
por esa palabra que demostrara
que existo, que soy …para ti algo,
no llego y la duda se transformo
en verdades que matan,
deje de luchar, deje de pelear,
sembré después de margaritas y amapolas
solo cardos, espinas y rosas negras,
vacié el cajón para llenarlo de soledades,
los hierros fueron mi cauce
creí, creí …creí, entonces morí,
cada día un poco mas, cada día mas,
me transforme en un pasajero mas
en el viaje del desamor,
sin sueños, sin ilusiones, sin …
Que será mañana para mi
que será de esta vida para ti,
acaso puedes construir
historia antigua,
reconstruir ilusiones,
borrar el paso inicuo de la muerte.
Puedes recuperar el canto
cuando asesinaste el ave
que solo cantaba para ti,
acaso se puede volver sobre los pasos
para reiniciar los sueños,
para reiniciar mi canto.
Acaso…juego hoy
a vivir en este tiempo,
acaso sueño que escribiendo
puedo borrar el pasado,
acaso la poesía…
acaso las musas…
acaso la pluma…
pueden tomar mi vida
para no llorar tanto.


Un nuevo amanecer

Encontró el corazón
despojado de los ayeres,
lavados los sueños,
las lágrimas, y los dolores,
había sido extraño
ese amanecer nuevo,
la mañana pariendo.
Había llorado todas las lágrimas
que su pena pudo arrojar,
había desarraigado de sí ese amor
que tantas heridas había causado,
había vuelto a la soledad,
pero se sentía distinta,
en un día más claro.
Los versos se desparramaron
cual arena sobre la hoja,
la musa danzó nuevamente,
la tinta empapó su mente
con ansiada sinfonía,
era un nuevo despertar.
Las emociones brillaron,
sus dedos temblaron ,
quería nacer nuevamente,
quería vivir otra vez.
Abrió la puerta de par en par,
asomó su rostro,
cantó una melodía extraña,
sonrió con la risa de un niño.
Alegre corrió por sobre las flores,
…que extraña voz
embriagaba su pecho,
se detuvo, miró el paisaje,
el lago estaba con nuevas flores,
una nube de mariposa
paseo frente a sus ojos,
mientras un coro de aves
se dejaba escuchar.
Era un nuevo proyecto
para llevar a cabo,
era esa voz latiendo
en sus oídos,
recordó frases
cual dulce de un niño,
sonrío nuevamente
para sentirse feliz,
asomaba el alba
en el horizonte,
nuevo día se forjaba
para ponerse de pié.

Alucinaciones

Bocas ausentes de besos traidores, ansia cubierta de lodo, inmundicia y estiércol
fragancias nocturnas con olor a copas devoran mi mente en el imberbe sueño
traiciones que juegan a enlazar coloquios en bocas de horrores que todo destruyen
la impaciencia, la calma se alejan, presagio, me separo del tiempo, ni calma ni voz.
Aunque arde la impotencia parió una siembra que aterra mi alma de querer ir por más
me aferro a la almohada en llantos nocturnos que aturden mis letras casi sin sentir
y me vuelvo al hombre y me vuelvo al amigo y me vuelvo a todo, casi sin sentido
no entiendo la fiebre que arrasa memorias de días gastados… de noche infernal.
Me tomo esta copa cual Cristo en la cena, mi ultima angustia esta por comenzar
y busco el amigo, la vos del consuelo, el canto perdido no le puedo hallar
interrogan sus voces, me siento cual Cristo impotente y juzgado solo por amar
entonces la sombras arropan mentiras fraguan sus culpas en nidos de serpientes
se balancea la noche entre crudas condenas, donde los demonios vienen a cantar.
Me aterra mi llanto, me aturde mi risa, me miro las manos… vacías sin pan
me visto de noche, cual fantasma agonizo… este trágico malestar,
viene las bocas maldiciendo verdades, me afiebra la vida con la verdad
verdad que me hiere en golpes de injusticia, maldad que insolente fustiga al mirar.
Casi entiendo a aquellos que buscan en hierba el despegue de este mundo casi irreal
vuelvo a la vida entre lagrimas torcidas, por una mirada que nace al juzgar
me quedo ante ellos que de nada conocen la cruz que se carga, ya no se puede arrojar
el espejo devuelve figuras dementes de serpientes que giran para dañar más y mas.
Agonizo entre verdades de un beso dolido de un canto al amor
versifico el sonido de un grito de niño que me tuerce mi mano al querer volar
vuelvo a la hoguera donde madruga la oración de un tiempo sin ensayar
vuelvo a la comedia de seguir gravitando, mi paso, tu vida, mi amor y soñar…

Lagrimas Felinas

Siento al dueño de la sonrisa, más de corazón esquivo
vigila en noches de luna el sendero y los caminos
felino de andar rápido de amaneceres sin destino
llora en noches de fiebres amaneceres sin nido.
Será que el gato es dueño de mil calles
de arrebol y su sino.
Cuando el cauce se aprieta en noches de ladino
busco en sombras de hombres ese mirar felino,
que llora en mis versos triste un caminar sin abrigo,
me detengo cual nota de algún violín en gemido.
Escucho de quejas y llantos en maullidos nocturnos
entonces danza la musa buscando amaneceres florido
para regalarle a este gato un brillo de sol matutino
entregarle un canto distinto al pliegue de su camino
llora entonces la musa transitando deberes
desconociendo forma de volver a ser útil
la pluma en su mudo ritual escucha y sigue su ritmo
se detiene en los tejados buscando al amigo perdido
encuentra madriguera sola, roto un Jazmín, un tendido
que deja la musa sirviendo a las letras sin destino
vaga entonces la lagrima de amaneceres continuo
donde yace olvidado un felino y su maullido.

Lagrimas de hija

Llego de mañana el dolor al nido
no prestó aliciente a los sentidos
me vi vacía, de manos impotentes
donde el aullido de mi loba
en mi interior gemía hiriente.
Dejé en manos de la vida tu voz
en mis sueños los recuerdos,
de enseñanzas, amaneceres gastados
de uniformes, delantales, el lavado.
Aprendí de niña de tu fuerza,
de tu gracia, de tu encanto
fui tu sombra de mi nacer a tu muerte
aprendí de ti la sabia, tu legado.
Seguí tu ejemplo desde niña
hasta el crecer y convertirme
mujer, hija, amiga, compañera,
poeta soñadora de quimeras.
Pero entre tantas cosas que me legas
no dejaste nada, para alejar de mi la pena
de un vacío que se aferra a mi entereza,
cual cobarde, pierdo aquí mis fuerzas
pierdo parte de un sueño que quisimos
pero el tiempo dictó que no sería,
me quede llorando tu partida,
el aullido no se acaba en este canto
no vienen tus nanas a besarme
refugio, en noches de pesadillas
Que difícil se me hace la partida,
que difícil escribir la poesía,
si me falta parte de mi carne,
si me llora el alma y la sangre.
Ay madre que difícil es tu ausencia
Ay madre nunca me enseñaste
entre toda esta altiva presencia,
entre azares de vida y creencias,
como borrar del lagrimar este llanto
como olvidar si vivimos tanto y tanto
madre…que de penas… me dejas en tu ausencia

Agonía

Enrede entre sus pasos y venganzas
mi corazón de hermana,
la serpiente danzo entre cadenas
que enrollaban mis manos y me ataban.
Dolorosas pruebas que desgataban,
tormentos y lágrimas febriles,
de conciencias abrumadas,
preguntas sin respuestas,
de esperanzas quizás muertas
en que algo al fin cambiara.
Desfilo la vida cual torbellino
entre mis manos y su garganta,
maléficamente brindaba agonía
la boca que de bien, no sabía.
La muerte danzo en mis cosas
la serpiente devoró lo que quiso,
entre sus ansias crudas de mal,
atrapó mis pobres pasos cansados
devoró mis lágrimas, con su risa
en tan solo un momento ,
vació cual torrente el camino avanzado
y el amor cual chispa desapareció
con la ultima lagrima,
que pidió perdón, sin haber herido,
que grito amor, sin haber sentido,
que lloró el adiós, sin haberse ido.
Tarde comprendí de maldad ajena.
Era noche para encender la luz
de un nuevo día… se alejaba,
con ese despliegue… la esperanza,
llevándose mis alegrías,
tarde lloré mi pena
tarde aprendí del mal
en tu obnubilante arrastre
aquel bien, que no llegué a conocer
fue el cáncer, mi exterminio
ya no recobré la fe
se la llevo en su serpenteante caminar
la misma fiera que robo mi dicha