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martes, 22 de febrero de 2011

La barca de los sueños

Sola, frente a la puerta que se cerraba ante mi,

quede con un grito a flor de labios,

pero nada dije, cuando me despreciaste

no interrumpí el ritual

a pesar que sentía sabor amargo de la injusticia,

tu que hablabas de ella con sabia

me la negabas en el momento del adiós.

El silencio se hizo parte de mi partida,

el dolor se aferró cual recién nacido

a mi pecho,

Lloré, porque te había conocido,

lloré, porque nunca me conociste

y mis labios dejaron un último beso

con la punta de mis dedos tras la puerta,

me fui sin mirar tras de mi,

pero la amargura volvió a mi nido,

aquella, la misma que tu alejaste,

volvía a nutrirse en mi ser.

el silencio se hizo parte de la historia,

el río baño mi rostro en corrientes mudas,

mis manos apretaron la impotencia,

hasta ahogar en un gemido

su último suspiro.

Mis pasos salieron al sendero

a mirar el horizonte allá lejos,

donde mueren los sueños,

donde se marchitan las esperanzas.

Mire el bote anclado en la orilla

el oleaje dictó mi nombre

asumí el viaje como ave perdida,

viaje en la barca de la desilusión,

para arribar en la soledad.

Ya no me busques antiguo sueño,

ya no me busques, porque acabo de despertar.

Sin despedida

No hubo aviso para la despedida,

el golpe fue rápido cuando vino a buscarte,

te atrapó entre sus garras para hundirte en la noche,

no alcancé con mis manos tu último aliento.

El último beso quedó en mi boca desnuda,

perplejo el último abrazo

en un adiós sin despedida.

La noticia enmudeció mi boca,

la montaña se vertió en deshielo

y mi corazón apretó mis labios

con dientes de impotencia.

Busqué el sol para preguntar un porque,

más la vida me respondió como tantas veces,

solo adelanta camino,

mientras mis rodillas se doblaban

haciéndome caer en un gemido ,

en un silencio dolido.

Es que fue tan rápido

que mis palabras perdieron asiento,

mis pasos no te alcanzaron,

mi corazón dejó caer en un suspiro “te amaba”.

Que era razón de orgullo el portar tu nombre.

Es que pasó tan rápido la sombra

que no alcancé a decir te amo,

que eras lo mas grande,

el mejor de los guerreros,

que no había para ti rivales,

pero frente a ella te entregaste,

y mi voz se quedó en el paso,

entre los arboles, parte de la tierra,

que tanto amaste…

Sin cruzar, sin decir nada,

porque todo fue tan rápido padre

…que no alcancé a decir

¡todo lo que te amaba!.

Volviendo a Gaia

La madrugada me sorprendió

huyendo de los caminos de cemento,

buscando la vida.

Me hallé de pronto sin sentido

en medio del bosque,

mis pies se mezclaban con la tierra,

mis dedos sentían las lombrices

aferrarse a ellos,

se hundían, para ser parte de ella,

buscando hilos profundos de vida clara.

Mis brazos se elevaron cual plegaria

por cada dedo de mis manos

creció una nueva rama,

me llené de hojas verdes,

por la tarde la vida en mi reinaba,

sentí cosquillas por mi tronco,

descubrí una ardilla arreglando

su nueva casa.

Las hormigas treparon

en una marcha

mas hermosa que una obra de Verdi,

única, de un ritmo talentoso,

las mariposas llenaron mis flores

con distintos colores

y las abejas extrajeron el polen.

Jamás me sentí más viva

jamás…

Me erguía allá lejos en el monte

abajo la ciudad despertaba

matando vidas,

por primera vez

no extrañe el sonido del tranvía,

no extrañe el grito del diarero,

ni el olor del pan fresco de la panadería.

Me sentía nueva lozana

llena de vida,

me entregaba a mi madre

como tantas veces ella se entregará a mi,

sin que yo la viera

besé su rostro

y ya no quise volver.

El viento meció mis hojas,

el zorzal me contó su historia,

el jilguero sin miedo

se durmió en mis brazos

que para esa hora ya eran muchos.

Reí por primera vez feliz,

aquellos ya no podían escucharme,

ya no me dirían loca

por querer salvarte,

ahora estaba siendo parte

de otra historia,

ahora volvía a los brazos de mi madre.

domingo, 13 de febrero de 2011

Yo soy Arauco

Aquel que no cierra sus manos,
mi pueblo, que no duerme velando,
aquel que legó tanto y por hoy olvidado.
Mi pueblo, soneto de tierra
marginada y relegada a espacios sin sol.
Mi pueblo, verso inconcluso, golpeado,
vilipendiado, detenido, arrasado
por tiempos ajenos, apartados de Dios,
jazmín olvidado, surco agrietado,
grito imponente de un sueño sin ley.
Manos que sangran junto a la hoguera,
pero que se aferran a un tiempo mejor.
Yo soy Arauco en este resguardo,
esperando estoy que vengan por mi,
arde mi sangre cual flama de volcanes
en el viento que libre grita por amor.
Yo soy Arauco, que me escuchen aquellos
que no saben de historia,
del junco, la lluvia, el ave o la flor.
Manantial de tristezas, savia olvidada,
rencores mundanos injustos del ser.
Agua del campo,
hermano del árbol.
Yo soy Arauco,
dormito en araucarias
Mientras mi canto
llora en mi sangre,
mientras el surco
desangra en mi voz.

Penas de niña

"Ojitos de luna amarga tristeza
no dejes tu cielo apagarse princesa
vuelve a tus cuentos, a tus juegos de niña
que las heridas no ceden gracia, ni fortuna
Ojitos de cielo vuelve a tus sueños
que crezcan las rosas en tu jardín intenso
no dejes las sombras opacar tu reinado
Ojitos del valle, que duermen sereno
vuelve a tu vida, deja que el viento
se lleve las hojas secas de otoño
renueva tu verbo, vuela a los versos"

Poeta ausente

Tantas veces en noche
grite su nombre,
esperando que el cielo
dijera es cierto.
Pero la mala fuente
vertió solo noches
sin sueños en mi cama
otorgando males sin bienes.
Tantas veces de rodillas
esperando a por tu beso.
Y este día que naufraga
entre espera sin gracia,
me duele tu silencio,
me enferma de impotencia,
el amor, que te vivo,
el sueño, el amor.
Es que cada noche
me quede junto a las letras,
para ver parir tus versos,
para que tan sola una y no mas,
dijeses que me amabas.
Y ahora que el silencio agobia
poemas y desesperanzas,
ahora que el grillo enmudece
en el rincón de mi sala.
Ahora que el zorzal
se ha escapado de mi rosal,
Ahora que la lluvia viene
dejando marcas
sombras por mi rostro.
Ahora que se que no estas
grito tu nombre.
Ahora…
Me ahogo entre mis lágrimas,
mis manos que se niegan
a dejar la pluma ,
que te busca.
Ahora …
Que me quedo con la falta de tus versos,
ahora siento que se apaga
también mi voz.

Inventario para una noche

Gritos de noche me ausentan los pasos
que alevosos juegan a diezmar el frío,
la calle va estrecha y las sombras
no parecen las mismas.
La noche juega en tu reloj,
el cigarro en los labios,
la falda a media pierna,
muestra tu muslo bien formado,
Sonríes, arrojas un beso a la distancia,
la noche te cuenta en su inventario.

Parece otra nota para cantarla
bailas con las sombras,
sonríes, eres otro,
con nueva personalidad.
te burlas de aquel que hace guardia
el elixir en tu mano
navega por tu mente
decorando la calle
duplicando los seres
la noche para ti comienza
entre las mesas y los bares,
la noche te renueva,
la noche está que arde.

Cuentas los pasos una y otra vez,
cual gato sigues al ratón,
que despabila ajeno en la noche.
La noche que te salva
que te oculta entre las grietas,
eres un adoquín mas en la calle.
Tus manos juegan a ser mariposas,
tocas y no tocas a la gente
pero vas dejando
desnudos cuerpos a tu paso.
La noche es bastante buena
muchos caminan sin preocupar
De que estas, de que vas
Inconscientemente la noche
cómplices de andanzas.

Ya la vida tiene otro sentido,
briosos corceles vuelan en sus nidos,
las alas del colibrí son cual albatros
en su vuelo, tu vuelo,
las penas, las iras, tu derrota,
parece olvidada en la última gota,
todo se olvida, la razón de tu pena,
la noche juega en el callejón ,
entre agujas de desgracias.
Camina con el hambre
busca en la basura
su mágico elemento.
Su figura escuálida
que agujerea la conciencia
del Cristo olvidado,
mas la noche
te regala el paraíso
en una cola de cigarro.

Ajena entre tantos gritos,
deambulo nocturna hiriente
mis pasos, los de ellos
barajados a la suerte.
Es de noche, como cada noche
la luna juega a no encontrarse,
la vida pende de una hebra
entre juegos, vicios, pasión y hambre.
La vida que nos observa
cual ojo de felino eligiendo
en el destino
el cambio, de la noche
y su inventario.

Hambre

Es otro día más,
ya las fuerzas escapan de mi ser
el camino se hace eterno,
voces y pasos por doquier.
¿Me ven?, creo que soy invisible al ser
que entra corriendo a la iglesia
para golpear su pecho
espiando sus culpas.
Las mías, quien las borrara.
Un nudo atraviesa mi estomago,
me araña cual si fuese bestia salvaje,
y una lagrima de sudor
recorre mi frente
con nauseas extrañas,
que se repiten una y otra ves.
Es como una culebra atrapada
tratando morder la mano que la detiene.
Intento ponerme en pie
y pienso en imágenes
tantos que como yo sienten
vacíos inexplicables.
Yo estoy aquí por mis culpas
pero acaso aquellos
que vienen al templo de Dios,
…Dios existe un dios,
acaso existe
si existes ¿porque me dejas vivir?,
sintiendo que muero en cada día,
mas no viene nunca la parca
o acaso la detienes
para saldar mis cuentas…
Y esos niños allá lejos
los que como yo, nacen con la serpiente
carcomiéndolos por dentro
¡Ellos también son culpables!
culpables… culpables.
El frío nos escatima huellas en mi piel
y ella me aprieta en las entrañas
corroyéndome el ser,
ya no duele como ayer,
hoy parece menos fuerte
y yo más débil.
Será acaso que la inmortalidad
me llega y no importa el frío
el sol, los sueños
el vicio, las drogas.
el pan, mi vida por uno
por una miga, pero esta mañana
el hambre parece haberse alejado
aunque siento el vacío.
¿Donde estas?...
sordo como siempre…
Ya no duele,
ya no puedo levantarme,
es otro día más
la campana llama
vendrán como todos lo días
pero para ellos el hambre es invisible.
Es otro… ya nada siento…

Camino tendido

Sola frente al momento en que muchas morirían de alegría, aquel momento culmine del amor, la dicha prometida a cualquier doncella virgen de su pueblo. Sintió la mirada de sus hermanas, la sana envidia reflejada, todas hubiesen deseado ser ella. Era el Wheichafe(gran guerrero) codiciado por todas, por su valentía y coraje.
Más ella no, ella ya no podía ser feliz, se sentía como una bestia frente a la lanza, era el sacrificio de la orden Jerárquica, su padre la prometía en casamiento, dictaba en alguna forma su muerte y ella acataba su ley… la ley sin decir nada.
Hubo algarabía en casa, danzaron todos bajo el canelo, se hicieron promesas frente a la Araucaria, la prometida, para el gran guerrero.
Nadie preguntó cual era su deseo, a solas lloró esperando la luz del día, que le dijese solo es un mal sueño y el día llegó trayendo respuesta amarga, besó la imagen del dueño de su corazón, imagen guardaba desde el día que le conoció.
Nunca sintió su boca, como tampoco su voz diciendo que la amaba, pero le guardaba dentro de su corazón.
Los tiempos han cambiado para los hijos de la tierra pero no para su casta, no para su tribu, la ley se obedece y la voz del Chacha(padre), es ley sagrada.
Siempre supo que su amor le era prohibido, negado por la sangre, el wingka(huinca) jamás entraría a su casa. Tantas veces escuchó a su padre decirlo, que eran unos cobardes, traidores, ladrones y mal nacidos,
más ella sabía que no era cierto, ella conocía su lucha igualitaria, su rebeldía, su corazón de guerrero, por eso le amaba. Conocía la razón de su existir, un bien para todos no para algunos pocos y ella conocía mejor que nadie la represión, la deshumanización hacia su pueblo, como también sabía que esa unión impuesta era solución que beneficiaría a ambas tribus.
Alzó los ojos, buscando a Ngenechen Dios de la Vida y clamó a Wekufu Dios de la muerte, pidiendo en voz baja, que la dejasen ir mas allá de las estrellas, por donde caminan los ancestros, pero si estaba equivocada, que no la escuchasen y que la vistieran con el manto del sacrificio, que a toda honra ella lo haría por su pueblo, pero que le permitieran cargar en su corazón la figura amada para poder resistir el peso de su carga. Se levantó de los pies del Canelo vista en alto y con hidalguía abrazó a su padre y le dijo: yo seré feliz chacha, no te preocupes mi corazón esta listo, mi camino está tendido.

Añoranzas

Luego del dolor, las herida, las penas, el llanto
Caigo, me destrozo, me levanto, pero vuelvo sin vida
al saber que no estas…
al saber que no estas.
El viento de noche me trae tu nombre
y el vacío en mis sueños me cuenta que no estas,
sigo viva, pero la verdad, no se vivir sin ti.
Camino sin sur, ni norte
camino sin presente.
Es que me enseñaste el amor
me mostraste la vida,
me regalaste los sueños
cada gesto tuyo
embriago mi vida en alegría.
Me emborrache tantas veces con tus ser
entre mi almohada y tus brazos,
entre las ansias y el te amo.
Me enseñaste tanto a luchar
pero nada sembraste
enseñanza para vivir así.
Como aprender a caminar
Sin tu voz… sin tu voz.
Como aprender a olvidar
Como vivir amor… amor… amor
Si cada hora me habla de tí,
miro tantas tarde el azul
te busco para ver si regresas.
Quiero creer que un día volverás
en ese oleaje que te separó de mis besos.
Sigo amado mío, sigo amado mío
esperando… esperando.
El frío, la noche me dice que no te busque,
el frío, la noche, la luna me dice que ya no estas
el azul me dice que jamás volverás
caigo cada ves que me levanto.
Porque no puedo…
por que no sé
porque no me enseñaste a vivir así,
y las estrellas dibujan recuerdos,
los arboles me hablan de ti,
incluso las flores del llano
pronuncian tu nombre
cada ves que camino, sobre tus pasos.
El ave me mira cual si fuese espíritu
transitando entre vidas
se me aprieta el pecho
de recordar tus vos
y te amo nuevamente más,
te amo sin saber como olvidar,
escribo tu nombre,
para gritarte
¡te amo más y más…!