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martes, 19 de junio de 2018

El regreso

Nadia miro por última vez por la ventana y volvió en el tiempo a sus primeros años y le pareció ver nuevamente al Durkan su perro corriendo por entre las flores…
¡Durkan!, ¡Durkan!, escuchó nuevamente a su madre que levantaba los brazos enarbolando una vieja escoba, Durkan había desenterrado unas cuantas Camelias y su madre enojada, decía palabras al viento, Durkan parecía burlarse de ella, más allá lejos le ladraba y le hacía algunas gracias. Luego en el desayuno su madre diría que había que amarrarlo, pero su Padre lo defendería diciendo es muy buen perro, desde que él está no se ha perdido ni una, ni una (repetía con efusividad) oveja y me importan más que tus ridículas flores, las ovejas sustentan nuestro alimento diario, las flores nó. Luego parecía entender y mirando a mi Madre bajaba el volumen de la voz y decía “vieja debes entender el perro necesita espacio y es un excelente guardián”, mi madre lo miraba y reconociendo que mi padre tenía la razón decía, “quiere mucho a la niña, la cuida, la sigue adonde va” y su enojo ya había pasado.
Durkan volvía más tarde como si supiera que mi Madre ya no estaba enojada con él. Mi madre lo miraba y le decía “eres un perro malo, mira lo que hiciste” y Durkan lengüeteaba su cara y saltaba alrededor de mi madre, que le decía “¡Nó!, no me haga gracias estoy muy enojada contigo”, pero Durkan terminaba por hacerla reír y ella lo abrazaba y decía “nunca más me hagas tira las plantas, yo sé que tú me entiendes, no tienes ni un pelo de leso”.
Durkan ese perro pastor Ingles de color marrón, rompía todos los hielos con su madre. Luego sentía el silbido de su padre y salía corriendo era toda una hazaña verlo arreando las ovejas, las mantenía juntas mientras subían la loma y se perdían, ambos ya no volverían hasta la tarde.
Sentían de lejos que ya venía su padre con las ovejas Durkan ladraba y el eco llevaba sus ladridos a casa, su padre contaría como la siembra al otro lado de la loma prosperaba y una que otra hazaña de Durkan. La vida en el campo era agotadora su padre subía hasta la loma dejaba el rebaño de ovejas custodiado por Hans un joven que cuidaba el rebaño de su vecino y por supuesto a Durkan el bajaba hasta los prados con su caballo y sus hermanos mayores, un tiempo araban, otro sembraban, otro regaban y desmalezaban, hasta la cosecha y luego todo empezaba de nuevo, era como un circulo, pero la vida del campo comenzaba muy temprano a las cinco su padre ya estaba en el potrero ordeñando las dos vacas que eran su mayor tesoro, de allí obtenían la leche, el queso y la mantequilla, luego las ovejas de donde la mayor producción era la lana, que mi madre lavaba, hilaba para luego venderla y el campo donde su padre y sus cuatro hermanos dejaban la piel sembrando para vender luego la papa, el trigo, maíz. Su familia era gente de campo, trabajadora, luchadora.
Ella a temprana edad quería ir a la escuela del pueblo y fue su tía Herminia quien la llevo a la ciudad y le ayudo a sacar una profesión, al principio viajaba en el verano o en vacaciones escolares para estar con sus padres, extrañaba esa parte de su ser, el correr por el campo, con el tiempo el mayor de sus hermanos se casó y tomo prácticamente las riendas del campo junto a su padre. Ella fue alejando sus viajes, al principio por estudios, luego por que la tía Herminia estaba delicada y no podía viajar, ahora volvía veinte años después, sus cuatro hermanos ya eran hombres todos estaban casados y tenían sus hogares formados, colindaban una casa con otra y el que menos hijos tenía era Efrain el del medio que solo tenía cuatro, Juan, Pedro y Carmelo tenían cada uno por lo menos seis y ella los miraba y sentía que eran unos perfectos desconocidos para ella, casi no los reconocía, su madre estaba muy viejita y a cada rato la saludaba como si no la hubiera visto. Se sentía culpable de no haber viajado antes, sentía la mirada de reproche de sus hermanos
_ “tu, la única mujer y te fuiste y no volviste más, nuestros viejos vivían preguntando por tí, nos hacían ir a la ciudad a llamar para saber de tí, varias veces vi a mi madre llorar, creo que ella fue la que más te extraño”, “¿qué paso, no éramos dignos de tí?”. Escuchó a su hermano Carmelo decir.
_”No tengo perdón, sé que debí venir y no hay excusa para mi falta”, dijo mirando a su hermano, _”Pero Cuando tía Herminia se enfermó, dedique mi tiempo a ella, me sentí su deudora, ella pago mis estudios, me dio su amor, nunca me pidió nada que no fuera estudiar y salir adelante, yo fuí la hija que no tubo, se que no me salva mi explicación de la culpa, pero ella me necesitaba ustedes siempre tuvieron mi amor, por eso los llame mas seguido y pague la instalación del teléfono para poder hablar con ustedes, no tienes idea de cuanto les extrañe, pero si sé que debí venir sin dejar pasar tanto tiempo y cuando la tía murió se me vino el mundo abajo, ella me dejó como su única heredera y tuve que hacerme cargo de sus negocios y cosas, quizás debí delegar y haber visto por ultima vez a mi padre vivo, preguntarle porque yo, porque la única mujer o quizás fue eso, no nací hombre, yo solo tenía 7 años, siete años!”, no dijo nada más y salió de allí corriendo y llorando.
Ahora miraba desde la ventana, el lugar todo estaba cambiado, su padre y Durkan ya no estaban y ella no había podido despedirse de ellos, veinte años en que su vida fue estudiar y trabajar, luego cuidar a su tía sin darse el tiempo siquiera de buscar el amor o dejarlo entrar en su corazón, ahora tenía 27 años y se sentía sola, vio como Juan y Pedro se saludaban efusivamente, había perdido también el amor de sus hermanos, si el tiempo volviese atrás, quizás, pero no ella se iría igual a estudiar su corazón lo deseaba cuando niña, si hubiese sabido el costo…pero también sabía que ella no había pedido ir, que no se le consultó, no recordaba mucho del día que se fue, era realmente culpable?…
_”Qué bueno que viniste, te e echado mucho de menos, el Juan se acordaba siempre de ti, ¿Cómo está la Herminia?”_
Miro a su madre, la abrazo, estaba delgada y su cabeza cubierta de canas, la beso y le dijo te amo, te amo mucho, no te imaginas cuanto y volvió a besarla.
_” Estas hecha toda una mujer le escucho decir, el viejo estará orgulloso de ti”, ¿lo viste ya?_
Su madre ya no recordaba que papá había muerto, corrió tras ella_ ¡mamá!, llamo, pero su madre estaba con Efrain. La miro y dijo debes irte Mariana, tu presencia la intranquiliza, ya no perteneces aquí, salió corriendo y subió las escaleras llorando. Tomo sus maletas y con lágrimas en los ojos miró por la ventana, quería volver a escuchar el ladrido de Durkan, el silbido de su padre.
_Ya no volverán_ Escuchó decir tras de ella, parecía la voz de su padre, giro rápidamente para encontrarse con Juan, el mayor de sus hermanos.
_Realmente estas hecha una mujer, aun recuerdo tu cara llorando de la mano de la tía Herminia y tu nariz con los mocos colgando, no te querías ir, pero papá te envió con ella a cambio la tía Herminia pago la deuda de la Casona, la sequía había provocado grandes daños entre esos la quiebra de mi padre cuyas deudas nos ponían a punto de perder la casa, tu nos salvaste, lo recuerdo como si fuera hoy, estuve en las conversaciones, la Tía Herminia quería llevarse a Pedro el menor de los hombres, pero padre le dijo que lo necesitaba pal campo, que te llevará a ti, que tu soñabas con esas cosas de estudios y la tía se puso muy contenta ella pensaba que como eras la única mujer no te dejarían ir con ella. Mi madre salió corriendo del comedor cuando volvió, traía su cara lavada, se notaba que había llorado, pero nunca dijo nada, la tía Herminia le prometió que nada te faltaría y se que cumplió, pero también se que con el tiempo ella se adueño de tí y es cierto madre lloraba muchas veces por tí a escondida de padre, se culpaba de no haber enfrentado a padre, pero jamás le reprocho nada, con el tiempo su consuelo fue escuchar tu voz, pero padre no dejaba que llamará todo lo que ella hubiese querido y creo que era porque el se sentía culpable. Antes de morir me dijo que te pidiera perdón, perdón por venderte, pero no tenía otra opción, que tu entenderías cuando tuvieras hijos_
_Juan balbuceo ella, yo tenía apenas siete años cuando me llevaron, ni siquiera recuerdo bien todo, pero a los 24 recién me titule y a los 25 empecé a trabajar, para ese entonces mi tía estaba muy enferma y yo ya era prácticamente la dueña de todo, tuve que hacerme cargo de las empresas de la tía y reordenar todo, nadie me aviso de la muerte de padre y yo…abrazo a Juan y lloro como una niña pequeña y entre balbuceos repetía una y otra vez, _jamás les olvide, jamás..
Juan le miro y dijo ven conmigo al llegar al comedor, todos estaban allí, Juan les miro a todos con una mirada que le hizo recordar a su padre, luego dijo _“esta casa es más tuya que nuestra”, “gracias a ti estamos aquí, desde que la Tía te llevo mando ayuda económica todos los años hasta que murió y pago nuestras deudas en el momento mas difícil, padre tampoco te olvido y murió creyendo que lo odiabas por venderte, así sentía y decía él. Hoy tu estas aquí y nadie, nadie puede echarte de tu casa porque esta es tu casa, ¡¿está claro?!.
Se escucho un murmullo de si, si, si, Efrain fue el primero en abrazarla y pedirle perdón, luego Carmelo, Pedro la beso en la cara y ella sentía una emoción enorme, cuando sintió la voz
_volviste, que bueno que viniste, tu padre estará feliz de verte, ¿vas a quedarte? -
Ella giro abrazando a su madre y dijo “si, mamá ya nadie va a separarnos”, de pronto sintió unos lengüetazos en su cara,_ este es el hijo de Dukan dijo Carmelo se parece artazo, es caluguento como él.
_Mariana sonrío estaba en casa al fin, estaba en casa.


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